En el Vaticano, en el Aula Pablo VI, el Papa se encontró con unos sesenta Obispos de varias partes del mundo reunidos en estos días en Roma para un encuentro sobre el tema “Eucaristía, misterio de comunión”. Estaba presente también María Voce, presidente del Movimiento.
“El obispo no reúne al pueblo alrededor de su persona o de sus ideas sino alrededor de Cristo”, es lo que dijo el Papa Francisco esta mañana al encontrarse con los Obispos amigos de los Focolares. El carisma de la unidad propio del Movimiento de los Focolares –dijo el Papa- “está fuertemente anclado a la Eucaristía, que le confiere un carácter cristiano y eclesial”.
“Sin la Eucaristía la unidad perdería su punto de atracción divina y se reduciría a un sentimiento y a una dinámica humana, psicológica, sociológica. En cambio la Eucaristía garantiza que en centro está Cristo, y que es su Espíritu, el Espíritu Santo quien mueve nuestros pasos y nuestras iniciativas de encuentro y de comunión”.
El servicio fundamental de los obispos –agregó el Papa Francisco- es el de reunir “las comunidades alrededor de la Eucaristía, en la doble mesa de la Palabra y del Pan de vida”.
“El Obispo es el principio de unidad en la Iglesia, pero esto no sucede sin la Eucaristía: el obispo no reúne el pueblo alrededor de su persona, o de sus ideas, sino alrededor de Cristo presente en su Palabra y en el Sacramento de su Cuerpo y Sangre”.
“De este modo el Obispo, formado según Cristo –afirmó el Papa- se convierte en Evangelio vivo, se convierte en Pan partido para la vida de muchos con su predicación y su testimonio. Quien se nutre con la fe de Cristo Pan vivo siente el impulso de su amor a dar la vida por los hermanos, a salir, a ir al encuentro de quien es marginado y despreciado”.
Después, el Papa agradeció en forma especial a los obispos proveniente “de tierras ensangrentadas como Siria e Irak, como también de Ucrania”.
“En el sufrimiento que están viviendo con su gente, ustedes experimentan la fuerza que viene de Jesús Eucaristía, la fuerza para seguir adelante unidos en la fe y en la esperanza. En la celebración cotidiana de la Misa nosotros estamos unidos a ustedes, rezamos por ustedes ofreciendo el Sacrificio de Cristo; y a partir de allí toman fuerza y significado las múltiples iniciativas de solidaridad a favor de sus Iglesias”.
Al final el Papa Francisco animó a los obispos amigos de los Focolares a llevar adelante el compromiso “en favor del camino ecuménico y del diálogo interreligioso” y agradeció por la contribución dada “para una mayor comunión entre los varios Movimientos Eclesiales”.
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