Por Redacción Central

En un vídeo difundido este martes por la Red Mundial de Oración del Papa —grabado antes de que el Santo Padre ingresara en el hospital Gemelli por una neumonía bilateral el pasado 14 de febrero—, el Pontífice recuerda que “no existen las familias perfectas”.

“Cada familia tiene sus problemas y también sus grandes alegrías”, afirma el Santo Padre, quien enfatiza que “cada persona es valiosa porque es distinta a las demás” y subraya que “cada persona es única”.

Sin embargo, precisa que “las diferencias también pueden provocar conflictos y heridas dolorosas” y que “la mejor medicina para curar el dolor de una familia herida es el perdón”.

En este sentido, destaca que “perdonar significa dar otra posibilidad” y recuerda que “Dios hace eso con nosotros todo el tiempo”. 

“La paciencia de Dios es infinita: Él nos perdona, nos levanta, nos hace empezar de nuevo. El perdón renueva siempre la familia, hace mirar adelante con esperanza”, agrega el Pontífice.

“Incluso cuando no es posible el ‘final feliz’ —continúa el Pontífice— que nosotros quisiéramos, la gracia de Dios nos da fuerza para perdonar y trae paz, porque libera de la tristeza y, sobre todo, del rencor.

“Oremos para que las familias divididas encuentren en el perdón la curación de sus heridas, redescubriendo, incluso en sus diferencias, las riquezas de cada uno”, concluye el Santo Padre.