El sumo pontífice se reúne en el Vaticano con un grupo de prelados a los que insta a trabajar sin desfallecer por la reconciliación
Por Santiago Torrado
El papa Francisco le ha pedido a los obispos colombianos que apoyen con paciencia el camino de la paz y la reconciliación en el país, y a cualquier dirigente que la busque sin importar la corriente política a la que pertenezca. Lo hizo al reunirse este viernes por casi dos horas en El Vaticano con un grupo de 38 prelados que incluía a los de Bogotá, Bucaramanga, Florencia, Ibagué, Nueva Pamplona, Tunja y Villavicencio.
“El pontífice nos ha pedido trabajar por la paz sin desfallecer”, relató a la prensa luego del encuentro monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. “En primer lugar, el papá nos ha pedido nunca cejar en nuestros esfuerzos por la paz”, coincidió monseñor Luis Manuel Alí, secretario general del episcopado colombiano, en declaraciones al periódico El Tiempo. “Nos recordó que es un proceso lento, artesanal, de idas y venidas, en el que uno fácilmente puede desanimarse, pero nos dijo que como pastores no podíamos en ningún momento dejar de tener la paz en Colombia como una prioridad pastoral y evangelizadora”.
El papa además les solicitó “rodear a los dirigentes que busquen la paz, sean quien sean, sean de la corriente que sean”, explicó tras la reunión el obispo de Nueva Pamplona, Jorge Alberto Ossa Soto, según recoge la agencia Efe. “Nos dijo el papa que tenemos que tener mucha paciencia en los procesos de paz, que a veces pretendemos que salga todo rápido, pero cuando ha habido un proceso de tanta violencia, tenemos que tener paciencia e ir aclimatando la paz”, detalló.
Colombia, ansiosa por doblar la página de la violencia, no ha podido terminar de extinguir un conflicto armado de más de medio siglo que ha involucrado a guerrillas, grupos paramilitares y fuerzas estatales. El papa Francisco ya visitó el país, en septiembre del 2017, con el propósito de apoyar el proceso de reconciliación de la sociedad y de la clase política, muy divididas luego de la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, hoy desarmada y convertida en un partido político con una bancada en el Congreso.
Después del paréntesis que supuso el cuatrienio de Iván Duque en los esfuerzos de paz, el Gobierno de Gustavo Petro se propone volver a negociar con distintos grupos armados como parte de la paz total, uno de los ejes de su mandato. El presidente de Colombia –que visitó hace un año a Francisco en la Santa Sede en plena campaña– se propone implementar con mayor decisión el acuerdo con las extintas FARC, dialogar con el ELN, la última guerrilla en armas, y al menos con una parte de las disidencias que se apartaron del proceso de paz, además de adelantar una política de sometimiento para otros grupos criminales, como el Clan del Golfo, la mayor banda del narcotráfico.
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