El papa Francisco pasó una noche tranquila tras ser diagnosticado con neumonía bilateral

El papa Francisco pasó una noche tranquila tras ser diagnosticado con neumonía bilateral

El Vaticano advirtió que su estado de salud sigue siendo “complejo” debido a una infección polimicrobiana que complica el tratamiento. “Se despertó y desayunó”, detalló la Santa Sede

 

El papa Francisco pasó una noche tranquila en el hospital Gemelli de Roma, donde permanece internado desde hace cinco días por una infección pulmonar, informó este miércoles el Vaticano.

El papa pasó una noche tranquila, se despertó y desayunó, indicó la Santa Sede sin ofrecer más detalles sobre su evolución, aunque advirtió que su estado de salud sigue siendo “complejo” debido a una infección polimicrobiana que complica el tratamiento.

Francisco ingresó la semana pasada con bronquitis, pero una tomografía reveló que había desarrollado neumonía bilateral, lo que requirió terapia antibiótica con corticoides. Según el Vaticano, el cuadro se suma a bronquiectasias y bronquitis asmática, condiciones que afectan su sistema respiratorio.

“La tomografía computarizada de tórax a la que se sometió esta tarde el Santo Padre (…) demostró la aparición de neumonía bilateral que requiere terapia farmacológica adicional”, precisó la Santa Sede.

El pontífice ya había enfrentado problemas pulmonares en su juventud. A los 21 años, se le extirpó parte del pulmón derecho tras desarrollar pleuresía, una infección grave que casi le costó la vida.

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Debido a su estado, el Vaticano suspendió su audiencia del sábado y su asistencia a la misa del domingo, aunque aún no ha confirmado si dirigirá la tradicional oración del Ángelus.

Esta nueva crisis de salud ha encendido las alarmas dentro de la curia romana, ya que se suma a una serie de problemas médicos que han afectado al pontífice en los últimos años. Desde 2021, Francisco ha sido sometido a cirugías de colon y de hernia, y debido a problemas en la rodilla ha recurrido al uso de silla de ruedas en múltiples ocasiones.

El lunes, los especialistas confirmaron que la neumonía del Papa es resultado de una infección respiratoria polimicrobiana, lo que sugiere que su tratamiento podría extenderse por un tiempo indeterminado.

A pesar de su estado de salud, el Vaticano informó que el pontífice mantuvo momentos de oración y lectura. “Esta mañana, recibió la eucaristía y, durante el día, ha alternado el descanso con la oración y la lectura de textos”, indicó el martes la Santa Sede.

Francisco también expresó su gratitud por los mensajes de apoyo recibidos desde distintas partes del mundo. “El sumo pontífice agradece la cercanía que le expresan en este periodo y les pide, con el corazón agradecido, que sigan rezando por él”. El martes, numerosos fieles y turistas congregados en la Plaza de San Pedro expresaron su preocupación por la salud del Papa.

Francisco ha mencionado en varias ocasiones la posibilidad de renunciar si su estado de salud le impide continuar con sus deberes como pontífice. Sin embargo, en un libro publicado el año pasado, aclaró que esta opción es “una posibilidad lejana”, justificable solo en caso de “un impedimento físico grave”.

En la Santa Sede, esta declaración ha cobrado relevancia, pues su predecesor, Benedicto XVI, renunció en 2013 debido a problemas de salud, un precedente que podría influir en la decisión de Francisco si su condición empeora.

Su reciente hospitalización, la cuarta en menos de cuatro años, reavivó el debate sobre su estado de salud y su capacidad para afrontar los compromisos previstos para este año.

Su ingreso ocurre en un momento clave, dado que en 2025 se celebra el Año Jubilar de la Iglesia católica, un evento que contempla una extensa agenda de actividades, muchas de ellas encabezadas por el propio Papa.

El Vaticano no precisó cuánto tiempo permanecerá hospitalizado ni ofreció detalles sobre su posible reincorporación a sus labores habituales. Mientras tanto, el pontífice sigue recibiendo tratamiento bajo estricta supervisión médica en el hospital Gemelli, el centro de referencia para la atención de los pontífices desde el papado de Juan Pablo II.

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