Está en curso en Castelgandolfo (7-10 de marzo, Roma) el Congreso de los obispos amigos de los Focolares. Unos cincuenta prelados llegados de muchos países. El Papa les expresa su cercanía espiritual.
En el Centro Mariápolis de Castelgandolfo está en pleno desarrollo el congreso de obispos amigos de los Focolares con el título “Si el mundo lo conociera…” que profundiza el misterio del abandono de Jesús en la cruz, como clave de una cultura del encuentro.
El Papa Francisco, con un mensaje firmado de puño y letra, quiso hacerse presente expresando su cercanía y su estímulo a profundizar este tema que impulsa a “ir hacia las periferias existenciales, culturales y sociales” y “saldar los vínculos de comunión y colegialidad”.
El mensaje, dirigido a Mons. Francis X. Kovithavanij,moderador del Congreso, suscitó entre los obispos una gran y profunda gratitud.
Al Señor Cardenal
FRANCIS XAVIER KRIENGSAK KOVITHAVANIJ
Arzobispo de Bangkok
Con ocasión del Congreso de los Obispos católicos vinculados a la espiritualidad del Movimiento de los Focolares, deseo hacer llegar a los participantes mi saludo cordial, asegurándoles mi cercanía espiritual.
El tema sobre el que se basan sus jornadas de estudio va al corazón de la fe y de nuestro misterio de Pastores, ayudando a dirigir la mente y la mirada del corazón a Jesús crucificado. Dicha mirada, fijada con perseverante amor y sincera gratitud, nos impulsa a “salir del campamento” (Hebreros 13, 13) para ir hacia las periferias existenciales, culturales y sociales donde vive nuestra gente. Es allí, de hecho, donde encontramos en forma significativa Su rostro y nos podemos hacer cargo de Sus llagas, que reconocemos que están abiertas en las innumerables heridas de nuestros hermanos y de nuestras hermanas.
De esta forma sembramos la alegría del Evangelio, curando las heridas con el bálsamo de la misericordia de Dios, que brota de Jesús resucitado, fuente de vida nueva para todos.
Queridos hermanos en el episcopado, auspicio que esta pausa de reflexión y para compartir pueda saldar los vínculos de comunión y colegialidad. Invoco sobre ustedes el Espíritu del Señor y, mientras les pido que recen por mí, con afecto les envío mi Bendición.
Fraternamente
Vaticano, 2 de marzo de 2017
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