«Puede estar orgullosa de su hijo». Con estas palabras, el Papa Francisco transmitió su cercanía y afecto el pasado miércoles a la madre y al hermano del obispo Antoni Vadell que se mantiene «estable dentro de la gravedad» según ha confirmado la archidiócesis de Barcelona en el último comunicado publicado este 7 de enero.
En su breve conversación,Francisco le dijo que podía estar orgullosa de su hijo. Sorprendida por la llamada, Antonia Ferrer desde su domicilio en Llucmajor le pidió: «Santidad, rece por mi hijo» a lo que el Papa contestó que «todo el mundo reza por él».
Como suele hacer, el Papa concluyó la conversación pidiéndole que también rezase por él porque lo necesitaba. Emocionada, Antonia aseguró que esta llamada ha sido el mejor regalo de Reyes. El Papa, de la misma forma, quiso ponerse en contacto con Juan Vadell, el hermano de Toni, que se encuentra en Barcelona desde su ingreso en el Hospital Clínic.
Una dura enfermedad
El pasado 18 de diciembre, el obispo mallorquín Toni Vadell, ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínic de Barcelona al agravarse su estado de salud. El arzobispado de Barcelona organizó el mismo domingo, 19 de diciembre, una vigilia de oración por el obispo mallorquín. Fue el propio Toni Vadell que, en el mes de julio, comunicó que padecía cáncer de páncreas.
«Le pido al Señor poder afrontar este momento de enfermedad sintiendo su compañía». Con esta confianza, el obispo auxiliar de Barcelona afrontaba el tratamiento médico. El prelado declaró que pide al Señor «poder afrontar este momento de enfermedad sintiendo su compañía, intuyendo que esta situación es una llamada amorosa de Él para amarlo más y seguirlo». Además, expresó que recibe la enfermedad «como una nueva misión, la de estar más cerca de Su Cruz, bajo la protección de la Virgen María, pidiendo la intercesión del beato Joan Roig Diggle».
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