Interpelado por el patriarca Kirill, Francisco habla desde la Plaza de San Pedro.
El Papa Francisco ha intercedido públicamente en el litigio entre el gobierno ucraniano y la iglesia ortodoxa rusa de Moscú. Lo hizo el miércoles 15 de marzo al final de la audiencia general y desde la Plaza de San Pedro.
El Pontífice hizo este llamamiento: “Y pienso en las monjas ortodoxas de la Lavra de Kiev: pido a las partes beligerantes que respeten los lugares religiosos. Las monjas consagradas, las personas consagradas a la oración -sean de la confesión que sean- apoyan al pueblo de Dios”.
Como reportó ZENIT, el patriarca Kirill pidió al Papa ayuda en vista de que el gobierno ucraniano suspendió la concesión del complejo religioso más antiguo e importante de la capital, Kiev, confiado en el pasado a la iglesia ortodoxa rusa. Todo esto en el contexto de la guerra de Rusia contra Ucrania. Los ortodoxos rusos deben abandonar el monasterio este mes de marzo.
En un comunicado del Departamento para las Relaciones Exteriores del patriarcado de Moscú, se apela a la sociedad civil y a los organismo de derechos humanos para “para impedir la anarquía de las autoridades ucranianas y prevenir la abolición de uno de los principales santuarios de la ortodoxia rusa, el monasterio más antiguo de la Rus, el Kiev Lavra of the Caves”.
La versión rusa refiere que “La apelación fue causada por la acción de la Reserva Nacional ‘Kievo-Pecherskaya Lavra’ cuando sus líderes exigieron a los monjes de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana que abandonaran Lavra a más tardar el 29 de marzo de 2023. Se informó que el motivo de esta decisión era en supuestas violaciones del contrato de uso gratuito del conjunto del monasterio. Sin embargo, la reserva no ha citado instancias concretas de tales violaciones en sus documentos públicos”.
El Monasterio de las Cuevas de Kiev fue fundado en el siglo XI por los monjes Antonio y Teodosio, que se encuentran entre los santos de la Iglesia Ortodoxa Rusa. En el territorio del complejo descansan las reliquias de más de 100 ascetas venerados en la Iglesia ortodoxa rusa. Entre ellos se encuentran los restos honorables de Ilya Muromets, el héroe de la epopeya rusa, y los monjes Néstor el Cronista, de quien se cree que es el autor de la primera crónica escrita rusa «El cuento de los años pasados».
El proceso de suspensión de la concesión gratuita del monasterio a los ortodoxos rusos comenzó en diciembre de 2022, cuando el Consejo de Defensa de la Seguridad Nacional (NSDC) de Ucrania encargó al gobierno que presentara ante la Rada Suprema un proyecto de ley ‘sobre la imposibilidad de que las organizaciones religiosas afiliadas a centros de influencia en la Federación Rusa para trabajar en Ucrania’.
En todo este contexto, el patriarca de Moscú y de Toda Rusia hizo un llamado a los secretarios generales de la ONU y de la OSCE, Antonio Guterres y Helga María Schmid, al Papa Francisco y a otras organizaciones internacionales y líderes religiosos “para que hagan todo lo posible por prevenir el cierre coercitivo del monasterio, ya que conducirá a la violación de los derechos de millones de creyentes ucranianos a la libertad de religión garantizados por la Constitución de Ucrania, así como por documentos como la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones, y muchos otros actos de importancia internacional”.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa notificó que había enviado cartas “al secretario general de la ONU, Antonio Guterres; al presidente de la Asamblea General de la ONU, Csaba Korosi; al presidente en ejercicio de la OSCE, Bujar Osmani; y a la secretaria general de la OSCE, Helga Maria Schmid, sobre las flagrantes violaciones de los derechos humanos y constitucionales universales de los creyentes ortodoxos en Ucrania”.
Por cuanto argumenta el ministro Lavrov, se “considera que las acciones de las autoridades ucranianas constituyen una violación flagrante de los derechos de los cristianos ortodoxos y una discriminación contra ellos. Estas acciones violan una serie de documentos jurídicos internacionales universalmente reconocidos: la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Declaración de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones, por citar algunos. Lavrov considera que la reciente decisión de las autoridades de Kiev de expulsar a los monjes del Lavra de Kiev-Pechersk es un intento represivo de privar a la Iglesia Ortodoxa canónica de uno de sus principales santuarios con un pretexto inverosímil. En efecto, se trata del punto álgido de la represión dirigida contra la Iglesia ortodoxa canónica en Ucrania”.
El complejo monástico en litigio comprende al menos unos 11 edificios que rodean a la catedral de la capital del país. Dos de esos edicios estarían ocupados por monjes y uno por monjas. El resto dice relación con museos, bibliotecas, talleres, etc.
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