El Papa Francisco expresó este domingo su dolorosa preocupación a medida que las tensiones continúan aumentando en Nicaragua, donde el gobierno está imponiendo más restricciones a la Iglesia local, y pidió una "coexistencia pacífica" entre las personas y las instituciones en el país, según el Vaticano.
“Sigo de cerca, con preocupación y dolor, la situación de Nicaragua, que involucra tanto a personas como a instituciones”, dijo el papa Francisco sobre la situación del país, y agregó: “Quisiera expresar mi convicción y mi esperanza de que, a través de diálogo sincero, todavía se pueden encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”.
Francisco, quien no mencionó específicamente la detención del obispo Rolando Álvarez, dijo seguir con preocupación y dolor la situación en Nicaragua y pidió oraciones por el país.
El conflicto entre el gobierno y la Iglesia Católica se profundizó luego del inicio de las protestas anti gubernamentales de 2018, cuando los religiosos participaron como mediadores en el diálogo nacional con el cual se buscaba una solución pacífica al conflicto.
El obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez —uno de los obispos más críticos del gobierno— cumplió el pasado jueves 15 días sitiado en la sede episcopal en Matagalpa, junto a otros sacerdotes y laicos.
La Policía Nacional, a través de un comunicado del 5 de agosto, informó del inicio de investigaciones por supuestamente estar "intentando organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad, con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales", señala el comunicado policial.
Monseñor Álvarez dijo desconocer por qué se le investiga, y en sus homilías, desde la curia y por medios digitales ha instado a la Oración y al diálogo en el país.
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Durante una misa, el obispo contestó al comunicado con el siguiente mensaje: "Como todos ustedes saben, ayer salió ese comunicado de la Policía, en el que básicamente hemos leído dos cosas. Primero, estoy siendo investigado… bien, no sé de qué. Pues ellos estarán haciendo sus propias conjeturas. Y segundo, pues, que formalmente han dicho que tenemos casa por cárcel. Nosotros aquí estamos reunidos y retenidos y estamos siempre con la fuerza interior y la paz, y la alegría en el corazón que el resucitado nos da. La alegría de aquel que nos dice ánimo, soy yo, no tengan miedo", aseguró monseñor Álvarez. Luego continuó: ”Recuerden, amadísimos hermanos, el miedo paraliza, la desesperanza autosepulta y el odio, pues es la muerte del corazón". "Al odio se le responde con el amor, a la desesperanza con la esperanza viva y al miedo con la fortaleza y la valentía", enfatizó.
Tanto Monseñor Álvarez como otros 7 sacerdotes y seminaristas que se encontraban retenidos en la curia desde hace 16 días, fueron trasladados a Managua durante un operativo ejecutado en la madrugada madrugada de este viernes, como parte del proceso de investigación que se les sigue, informó la Policía Nacional de Nicaragua en un comunicado publicado en sus redes sociales.
Sin detallar la razón de la detención, la Policía asegura que los religiosos persistían en actividades "desestabilizadoras y provocadoras".
Más temprano la Diócesis de Matagalpa había informado en su cuenta de Facebook que la Policía ingresó a la curia episcopal, donde estaban Álvarez y otros sacerdotes y seminaristas.
Según el comunicado policial, el obispo de Matagalpa se encuentra bajo arresto domiciliario y los otros religiosos fueron llevados a la Dirección de Auxilio Judicial en Managua.
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