El Papa Francisco clamó contra los “intereses nacionalistas” que matan a niños bajo las bombas y condenó que muchos de ellos mueran “como emigrantes en el mar” o por la violencia “entre bandas criminales”.
Por Victoria Cardiel
En su discurso de apertura de la Cumbre Internacional sobre los Derechos del Niño titulada Amémoslos y protejámoslos en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Pontífice condenó también “prácticas asesinas” como el aborto y denunció que muchos menores en el mundo “sucumben a la falta de cuidados o a diversos tipos de explotación”.
“El aborto suprime la vida de niños y corta la fuente de esperanza de toda la sociedad”, clamó.
El Santo Padre lamentó también que otros tantos “mueren en el desierto o en las múltiples rutas de viajes de esperanza desesperada”.
“Matar a los pequeños es negar el futuro. En algunos casos, los propios niños se ven obligados a luchar bajo los efectos de las drogas. Incluso en países donde no hay guerra, la violencia entre bandas criminales resulta igual de mortal para los niños y a menudo los deja huérfanos y marginados”, insistió.
Asimismo, dejó claro que ni siquiera el mundo “más rico no es inmune a la injusticia” y constató la existencia de otros problemas vinculados con la salud mental.
Las más leídas1Hoy se celebra a San Blas, protector de los enfermos y patrono de los otorrinolaringólogos2Dictadura de Nicaragua confisca clínica Nazareth y fundación que honra a siervo de Dios franciscano3Papa Francisco: Jesús enseña que el que ama vive y el que odia muere4Shawn Carney, cofundador de 40 Días por la Vida: el futuro es esperanzador5El Papa Francisco clama contra los “intereses nacionalistas” que matan a niños bajo las bombasEl Papa Francisco pronuncia su discurso en la Sala Clementina del Vaticano. Crédito: Vaticano Media
“En mayor medida que en el pasado, las escuelas y los servicios sanitarios tienen que tratar con niños que ya experimentan muchas dificultades, con jóvenes con ansiedad o depresión, con adolescentes que toman el camino de la agresividad o la autolesión”, aseguró.
De este modo, clamó contra el “individualismo exagerado” de los países desarrollados y dijo que los niños en estos contextos también “son maltratados o incluso reprimidos por quienes deberían protegerlos y criarlos”.
Y agregó: “Son víctimas de peleas, angustias sociales o mentales y adicciones de los padres”.
A continuación, el Papa Francisco instó a los presentes a preguntarse: “¿cómo es posible que la vida de un niño acabe así?”.
El Pontífice se expresó así ante distintas personalidades como la reina Rania de Jordania; la senadora vitalicia italiana Liliana Segre, superviviente del campo de concentración nazi de Auschwitz; el activista indio, Kailash Satyarthi, Ppremio Nobel de la Paz en 2014; o Al Gore, exvicepresidente de EE.UU.
“No es aceptable y debemos resistirnos a la habituación. La infancia negada es un grito silencioso que denuncia la injusticia del sistema económico, la criminalidad de las guerras, la falta de atención médica y escolarización”, indicó.
Así, criticó ciertas dinámicas mediáticas que “tienden a hacer a la humanidad insensible, provocando un endurecimiento general de las mentalidades”.
“Corremos el riesgo de perder lo más noble del corazón humano: la piedad, la misericordia”, lamentó al abrir este evento organizado en la Sala Clementina del Vaticano por el Comité Pontificio para la Jornada Mundial de la Infancia.
El Papa Francisco denuncia situaciones dramáticas de la infancia en el mundo
El Santo Padre aprovechó su alocución para hacer un repaso de las graves situaciones que deben afrontar los niños en muchas partes del mundo.
El Papa Francisco se reúne con niños antes de la cita internacional. Crédito: Vatican Media
De este modo, señaló que hay más de cuarenta millones de niños que están desplazados por los conflictos y que cerca de cien millones no tienen hogar.
También mencionó el drama de la esclavitud infantil. “Unos ciento sesenta millones de niños son víctimas de trabajos forzados, trata, abusos y explotación de todo tipo, incluidos los matrimonios forzados”, afirmó.
Por otro lado, citó el “grave” fenómeno de los millones de niños migrantes que viajan solos así como el problema de que no tengan documentos legales.
“Muchos otros menores viven en el limbo por no haber sido inscritos al nacer. Se calcula que unos ciento cincuenta millones de niños invisibles no tienen existencia legal”, reseñó tras poner en foco en las consecuencias prácticas como la falta de acceso a la educación o la atención sanitaria.
Asimismo, indicó que, al no tener protección de la ley, “pueden ser fácilmente víctimas de abusos o vendidos como esclavos”.
Y agregó: “Recordamos a los jóvenes rohingya, que a menudo luchan por ser registrados, los niños indocumentados en la frontera con Estados Unidos, las primeras víctimas de ese éxodo de desesperación y esperanza de miles que suben del Sur a Estados Unidos, y muchos otros”.
Del mismo modo criticó la “lógica del descarte” en la que el ser humano “se convierte en omnipotente, la vida no nacida es sacrificada mediante la práctica asesina del aborto”.
El Vaticano espera que esta cita ayude a construir una plataforma capaz de abordar las cuestiones más apremiantes relativas a los derechos de los niños, al tiempo que se promueve la colaboración internacional para un mundo futuro más seguro y equitativo para los niños de todo el mundo.
Comentá la nota