Francisco volverá a su continente en septiembre próximo. Tal como él mismo adelantó en una entrevista con el semanario alemán Die Zeit, publicada anteayer, el destino de su tercer viaje a América del Sur será Colombia. El objetivo de la visita, que el Papa siempre dijo que iba a realizar en caso de "blindarse" el proceso de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), será impulsar ese camino emprendido y la reconciliación, en un país aún polarizado y marcado a fuego por un conflicto que duró más de medio siglo.

El Vaticano confirmó el viaje a Colombia con un comunicado en el que destacó que, acogiendo la invitación del presidente de los obispos colombianos, Francisco viajará al país del 6 al 11 de septiembre próximo, en una visita apostólica que incluirá cuatro ciudades: Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias.

Será la tercera visita de Francisco a América latina después del viaje a Brasil de julio de 2013 para participar de la Jornada Mundial de la Juventud y la visita a Ecuador, Bolivia y Paraguay, en julio de 2015. Se espera que el Papa vuelva a viajar a América latina en 2018, cuando visitaría Chile y Perú en un viaje, y en otro, la Argentina y Uruguay, según pudo saber LA NACION de fuentes vaticanas, aunque aún no hay nada confirmado. Para este año, en tanto, al margen de Colombia, en la agenda está Fátima (Portugal), en mayo, y aún sin fecha, viajes a la India y Bangladesh (probablemente a fin de año), Egipto y, si lo permiten las condiciones, Sudán del Sur, África.

Francisco siempre impulsó el proceso de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla, que culminó con la firma de un histórico acuerdo el 26 de septiembre pasado entre Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko. En un país aún con muchas cicatrices abiertas y dividido luego de un conflicto fratricida de 52 años -dejó un saldo de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y casi 7 millones de desplazados-, ese acuerdo fue rechazado en un referéndum, el 2 de octubre. Pero un nuevo texto del acuerdo fue presentado el 13 de noviembre y luego ratificado por el Parlamento.

Consciente de las dificultades existentes en Colombia y sorprendiendo a todos el 16 de diciembre pasado, Francisco reunió en el Vaticano a Santos y a su máximo opositor, el senador Álvaro Uribe. El Papa tenía previsto recibir en audiencia a Santos, que había viajado a Europa para recibir el Premio Nobel de la Paz. En una jugada audaz, el ex arzobispo de Buenos Aires también invitó al Vaticano a Uribe, antecesor de Santos y el más férreo detractor del pacto. Luego de reunirse por separado con cada uno de ellos, hubo una reunión tripartita, en la que el Papa pidió "un diálogo sincero entre todos los actores de la sociedad colombiana en este momento histórico".

Días más tarde, en el mensaje navideño al mundo, Francisco elogió el "nuevo y valiente camino de diálogo y reconciliación" emprendido por el pueblo colombiano, algo que volvió a hacer en su discurso de augurios al cuerpo diplomático, en enero.

En una conferencia de prensa en Bogotá en la que se anunció la visita, el presidente Santos indicó que desde abril de 2015 sabían que el papa Francisco tenía la intención de visitar Colombia, pero que no tenían una fecha concreta. El mandatario colombiano reconoció, asimismo, el trabajo diplomático realizado detrás de bambalinas por el Papa para que el acuerdo de paz fuera realidad.

Santos celebró asimismo que la visita sea "exclusiva", porque el Papa suele agendar sus viajes a varios destinos y por pocos días. "Tener al Papa entre nosotros por cuatro días, saber que viaja exclusivamente a dar una voz de aliento y de fe a los colombianos es un privilegio."

El logo de la visita a Colombia es la imagen del Papa que camina, junto a la leyenda: "Demos el primer paso". "En la imagen, el Santo Padre camina para dar el paso y comenzar a construir y soñar", explicó en un tuit el episcopado del país.