Miles de fieles y peregrinos de numerosos países asistieron a la Audiencia General del primer miércoles de octubre celebrada en la Plaza de San Pedro.
El Papa Francisco recordó – como suele hacer cada vez que regresa de un viaje apostólico – que con su estancia en Georgia y Azerbaiyán, completó la visita a los tres países caucásicos, que había iniciado el pasado mes de junio en Armenia.
Mediante la lectura de un pasaje del Evangelio de San Juan (14, 27-29) – en el que el Apóstol refiere las palabras de Cristo: “Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo” –, hablando en italiano el Santo Padre dio gracias al Señor por haberle permitido realizar este nuevo viaje apostólico y renovó su reconocimiento a las autoridades civiles y religiosas de ambos países, y de modo especial – dijo – al Patriarca de toda Georgia y al Jeque de los Musulmanes del Cáucaso; a la vez que manifestó su agradecimiento fraterno a los Obispos, sacerdotes, religiosos y a todos los fieles que le hicieron sentir su afecto caluroso.
De este último periplo, que representa la continuación y cumplimiento de su proyecto de visitar los tres países del Cáucaso para confirmar a la Iglesia Católica que allí vive y para animar el camino de aquellas poblaciones hacia la paz y la fraternidad, el Obispo de Roma dijo que Georgia y Azerbaiyán tienen raíces históricas, culturales y religiosas muy antiguas y, al mismo tiempo, están viviendo una fase nueva, puesto que ambas naciones celebran este año el 25° aniversario de su independencia tras haber estado durante buena parte del siglo XX bajo el régimen soviético.
De ahí que el Papa Bergoglio haya puesto de manifiesto que en esta fase deben afrontar numerosas dificultades en los diversos ámbitos de la vida social. Sin embargo afirmó el Sucesor de Pedro, la Iglesia Católica debe estar presente y cercana, especialmente bajo el signo de la caridad y de la promoción humana. Y añadió que la Iglesia trata de hacer esto en comunión con las demás Iglesias y comunidades cristianas y en diálogo con las otras comunidades religiosas, con la certeza de que Dios es Padre de todos y nosotros somos hermanos y hermanas.
Por último, y tras sintetizar las principales etapas de este 16º Viaje Apostólico internacional,Francisco manifestó su deseo de que Dios bendiga precisamente a Armenia, Georgia y Azerbaiyán, y que acompañe el camino de su santo pueblo, peregrino en esas naciones.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
(from Vatican Radio)
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