Tras saludar a Francisco en el Vaticano habla la viuda del fiscal argentino que investigó un durante años un atentado terrorista a la mutual israelita en Buenos Aires y cuya muerte, en enero de 2015, ha dividido a la política del país sudamericano.
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZCIUDAD DEL VATICANO
“Rezo siempre por la memoria de Alberto Nisman y también por sus hijas”. Palabras del Papa para Sandra Arroyo Salgado, a quien saludó este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano. También estaban sus dos hijas, Iara y Kala. Ella le pidió a Francisco rezar para que se llegue a la verdad en el trágico fallecimiento de quien fuera su esposo, fiscal del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) del 18 de julio de 1994. Aquella muerte sacudió los cimientos de la política y su impacto todavía se hace sentir.
La también jueza argentina está segura: Nisman fue víctima de un magnicidio. No se suicidó, aquel 18 de enero de 2015. Y está convencida que la investigación oficial concluirá eso mismo. En el saludo al Papa, al final de una audiencia pública a la que asistieron unas ocho mil personas, estuvo acompañada por Miguel Miguel Steuermann, director de la Radio Judía de América. Él también saludó al pontífice y le obsequió una copia del libro “La contribución de los judíos al tango”. En entrevista con el Vatican Insider Arroyo Salgado dio detalles.
¿Cómo fue este encuentro con el Papa Francisco?
Este encuentro fue muy conmovedor, para mis hijas y para mi, fue muy importante, tiene un valor reparador. Estamos muy agradecidas por su bendición y él nos trasmitió que reza siempre por la memoria de Alberto Nisman y que reza por mis hijas. Yo le pude pedir que por favor nos ayude, que siga rezando para que se llegue a la verdad de esta muerte.
¿Qué significó el gesto del Papa para ustedes?
Estoy emocionada, agradecida y doy el valor que este gesto tiene para con nosotros, es reparador después del sufrimiento que pasaron mis hijas por la pérdida de su padre, en el contexto en el cual sabemos que ocurrió y por todo el sufrimiento posterior que tuvimos, cómo se politizó la investigación judicial y toda esa campaña que sufrimos de ataques, de intimidaciones y de desprestigio a su persona.
¿Pudo transmitirle su convicción de que Nisman fue asesinado?
No, de ningún modo, no profundizamos más que ese intercambio porque no era el ámbito, no correspondía. Yo puedo tener una postura con respecto al hecho porque conozco las constancias del expediente pero de no pretendo que otras personas, ajenas al mismo, emitan un juicio de valor. La intención nuestra fue saludarlo y recibir su bendición.
¿Cuál es el estado de la investigación de la muerte de Nisman?
No tenemos dudas, ninguna de las dos querellas, que fue un homicidio. Entendemos que está científicamente probado en la causa. Estamos en un momento clave, el expediente pasó hace unos seis meses a la justicia federal y en diciembre se dispuso la medida de prueba que debía haberse solicitado el día uno: hacer una junta interdisciplinar, un estudio con expertos de distintas ciencias porque fue un hecho muy sofisticado que intentó simularse como un suicidio. Por fin la justicia dio paso a esto. Para nosotros fue un homicidio y estoy convencida que la investigación oficial va a llegar a esa misma conclusión. A partir de ahí se deberá profundizar sobre quienes fueron los responsables de de este homicidio. Tampoco tengo dudas que su muerte está íntimamente vinculada con su función. La corte, al fijarle la competencia en el fuero federal consideró muchos indicios que relacionan este hecho con su puesto de fiscal del atentado a la AMIA que dejó un saldo de 85 víctimas fatales.
¿Para usted fue un crimen de Estado?
Estoy convencido que fue un magnicidio. Todo lo que ocurrió después lo demuestra. El homicidio tuvo un impacto político. Ya la denuncia penal que Alberto Nisman había presentado cuatro días antes tuvo un evidente impacto político. (Se trata de una denuncia que vinculaba a la ex presidente argentina Cristina Fernández de Kirchner con el encubrimiento de algunos personajes iraníes acusados de estar detrás del atentado, ndr).
Por su convicción jurídica, ¿cree que se va a resolver este caso o debe apelar a la fe para tener una esperanza?
Íntimamente nosotros logramos procesar este hecho y la convicción que tenemos, con mis hijas, sobre qué ocurrió con su papá. Eso pudo probarse en el expediente. Yo creo en Dios, si bien no soy prácticamente me formé en un colegio religioso. Creo que vamos a llegar a la verdad, que hay muchas personas de bien que ahora están trabajando, investigando, que forman parte del expediente judicial, lo hacen desde distintos ámbitos, trabajan fieles a su vocación y conforme a las constancias del caso. Le pedí al Papa que siga rezando para ayudarnos a llegar a la verdad, sea cual fuere esta. Acá lo definitorio es el poder de la verdad.
¿Cómo sigue su viaje?
Ahora vamos a viajar a Israel y también va a ser una experiencia muy importante para mis hijas, en este proceso de reparación, porque van a poder vivir de manera directa el reconocimiento que muchas personas tienen al trabajo de su papá.
¿Cree en la justicia?
Si, creo en la justicia divina y creo en la justicia de los hombres, de la que formo parte. No hay que bajar los brazos, hay que seguir solicitando y pidiendo que se profundice la investigación. Frente a las decisiones que puedan ser adversas a nuestras pretensiones, que es llegar a la verdad, seguiremos buscando, solicitando, recurriendo.
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