Con el ruego del Señor al Padre: comunión de oraciones y testimonio, responsabilidad y esperanza.
Al coincidir su audiencia general con el comienzo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2017, el Papa Francisco alentó a los peregrinos de tantas partes del mundo a «perseverar concordes en la oración, como la Virgen María y los Apóstoles».
E hizo hincapié en que «la oración es la llave que abre el corazón misericordioso de Dios». «Es la fuerza más grande de la Iglesia que nunca debemos dejar».
El Sucesor de Pedro dio su cordial bienvenida a la delegación del Itinerario Europeo Ecuménico:
«Queridos hermanos y hermanas, vuestra etapa en Roma es un importante signo ecuménico, que expresa la comunión alcanzada entre nosotros, a través del camino de diálogo en los decenios pasados.
El Evangelio de Cristo está en el centro de nuestra vida y une a las personas que hablan lenguas diversas, viven en países distintos y viven la fe en comunidades diversas.
Recuerdo con conmoción la oración ecuménica en Lund, en Suecia, el 31 de octubre pasado. En el espíritu de aquella conmemoración conjunta de la Reforma, miremos más lo que nos une que lo que nos divide y prosigamos juntos para profundizar nuestra comunión y darle una forma cada vez más visible.
En Europa esta fe común en Cristo es como un hilo verde de esperanza: pertenecemos los unos a los otros.
La comunión, la reconciliación y la unidad son posibles. Como cristianos, tenemos la responsabilidad de este mensaje y debemos testimoniarlo con nuestra vida.
Que Dios bendiga esta voluntad de unión y custodie a todas las personas que caminamos hacia el camino de la unidad».
Apremiados por el amor de Cristo, lema y desafío en el impulso ecuménico. El Papa Francisco recordó el lema de esta semana dedicada a la oración:
«Hoy comienza la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, cuyo lema es un desafío para nosotros: ‘El amor de Cristo nos apremia a la reconciliación’.
Oremos al Señor para que todas las Comunidades cristianas, conociendo mejor su propia historia, teología y derecho se abran cada vez más a la reconciliación. Que nos impregne el Espíritu de benevolencia y comprensión, así como también el anhelo de colaborar.
A todos los aquí presentes y a los que se unen a través de la oración, les imparto de corazón mi Bendición».
El Papa Francisco invitó asimismo a rezar por la paz en Bosnia-Herzegovina y en todo el mundo, con sus palabras de ternura y aliento a un grupo de niños y jóvenes huérfanos, acompañados por familias sicilianas que los acogen y destacó su testimonio de amor y solidaridad cristiana:
«Queridos chicos, transcurriendo un tiempo juntos como hermanos y hermanas en las familias que los hospedan, tienen la oportunidad de crecer en un clima de esperanza.
Sólo así, ustedes jóvenes católicos, ortodoxos y musulmanes podrán salvar la esperanza para vivir en un mundo más fraterno, justo y pacífico, más sincero y a la medida del hombre.
Permanezcan firmes en la fe y recen por la paz y la unidad en su país y en el mundo entero.
Agradezco de corazón a las familias que los hospedan, por el ejemplo de amor y de solidaridad cristiana: los huérfanos deben ser siempre defendidos, protegidos y acogidos con amor».
En su aliento a los jóvenes, los enfermos y los recién casados, el Papa también destacó la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos:
«Queridos jóvenes, recen para que todos los cristianos vuelvan a ser una sola familia. Queridos enfermos, ofrezcan sus sufrimientos por la causa de la unidad de la Iglesia. Y, ustedes queridos recién casados, hagan experiencia del amor gratuito como es el de Dios para con la humanidad».
(CdM – RV)
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