Los peregrinos federales del Hogar de Cristo realizaron una nueva peregrinación, esta vez en Río Gallegos, hacia el santuario de la Virgen de Güer Aike, donde celebraron una misa encabezada por el obispo de la Diócesis, el padre Jorge García Cuerva y el padre Pepe Di Paola, quien fundó la organización hace 15 años junto a Jorge Bergoglio, hoy convertido en Papa Francisco. Los curas pidieron "no mirar para otro lado" ante la problemático del consumo problemático de drogas y alcohol. Mirá todas las fotos y videos.
El grupo de la Familia Grande Hogar de Cristo que recorre el país para celebrar los 15 años de la fundación de la organización que agrupa a los centros barriales para dar respuesta integral a situaciones de vulnerabilidad social y consumos problemáticos cerró su visita a Río Gallegos con una peregrinación a la Virgen de Güer Aike una misa conjunta entre el obispo Jorge García Cuerva y el cura villero, Pepe Di Paola.
Durante la homilía tanto el padre Jorge como Pepe, coincidieron en que es necesario comprometerse a toda la comunidad a involucrarse con los problemas que pueden generar en los "hermanos" el consumo de alcohol y drogas.
En diálogo con La Opinión Austral, que cubrió toda la peregrinación y la misa desde lo alto del cerro en Güer Aike, el padre Pepe destacó que en la capital de Santa Cruz ya existe un conocimiento de como abordar las situaciones "desde el lugar, desde el territorio y de manera integral" como promueven desde el Hogar de Cristo. "Hay un centro barrial que es el Namuncurá que hace tiempo que está", precisó el cura villero que inició su trabajo en 1996 en Ciudad Oculta y que se hizo conocido por denunciar el narcotráfico que llegaba a las villas del Gran Buenos Aires.
Luego de recorrer algunos barrios de la capital de Santa Cruz, Pepe Di Paola remarcó "la necesidad de que hay que hacer más centros. Vi que Río Gallegos es enorme y la verdad que hacía tiempo que no venía y lo vi grande y con barrios nuevos", dijo.
Contó además que, durante el tiempo que comenzó la peregrinación por todos los puntos del país, generó que "en lugares donde no había un centro barrial tuve que volver a la provincia esa para contarles como era; que no era de movida tener todo, sino que era invitando a los chicos en un mismo horario, después invitándolos a compartir alguna actividad y en esta misma peregrinación se han activado algunos centros".
El obispo Jorge García Cuerva pidió "no salir corriendo cuando vemos que en el país hay mucha droga"
Una vez que llegaron todos los peregrinos cargando la imagen de la Virgen de Lujan, el obispo de la Diócesis de Río Gallegos inició la misa en donde destacó el papel de la madre de Jesús al acompañar en el momento más difícil a su hijo. "Con la madre no hay secretos, ella nos mira y sabe lo que nos pasa. La vemos a la virgen al pie de la Cruz de Jesús. La madre acompaña en todo momento, está y especialmente en los momentos de más dolor. Cada uno puede recordar que nuestra madre, o quien hizo de mamá, estuvo al pie del cañón. No nos soltó. No es que María sale corriendo cuando le decimos que sufrimos mucho, cuando le decimos que en nuestro país hay mucha droga y que hay muchos adolescentes que tiene hipotecado el futuro, cuando le decimos que hay mucha gente que se llena los bolsillo a costa de los pibes".
"Vinimos a la Virgen de Guer Aike a decirle que siga al lado nuestro, así como no dejó a su hijo al pie de la cruz, como no nos dejó a nosotros con cada historia personal le vamos a pedir que nos siga acompañando porque nuestra Argentina tiene una cruz muy pesada con este tema de la droga y el alcohol. Hay muchos jóvenes y adultos quebrados en su vida y queremos salir adelante. No queremos perder la esperanza queremos un mundo mas justo donde cada uno ponga lo mejor, no podemos mirar a otro lado ante el sufrimiento de los hermanos", pidió.
En el mismo sentido el padre Pepe Di Paola sostuvo que "llegar a cada santuario es reforzar la Fe en Jesús que tiene nuestro hogar, la fe en la recuperación que tiene cada joven que se acerca o cada madre que implora que Dios se meta en la vida de su hijo para cambiarlo".
Por eso pidió rezar por los pibes para "que les de fuerza, que abra el corazón de los que la están peleando y les de fuerza de iniciar su camino de recuperación", y también para que "muestre a la comunidad que es necesario que haya muchos Hogares de Cristo, muchos centros barriales".
"Todos tenemos que implicarnos, que todos tenemos que mentalizarnos que es un problema cada vez más grande en Argentina y que se extiende hacia todos lados en todas las capas sociales y que para eso hace falta una comunidad que se organice, se mueva y lo tenga como objetivo", remarcó.
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