La peregrinación, que llegará a Santa Cruz el próximo martes, se desarrolla bajo el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga. El padre “Pepe” Di Paola, presidente de la Familia Grande del Hogar de Cristo, remarcó que “todos podemos hacer algo en el tema adicciones”.
El 7 de agosto pasado, fiesta de San Cayetano, se inició la peregrinación nacional que lleva una réplica de la virgen de Luján por los centros barriales de la Familia Grande del Hogar de Cristo (FGHC) con el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga. Viaja también una cruz muy significativa: la que estaba en el templo de la parroquia Nuestra Señora de Caacupé cuando el cardenal Bergoglio, hoy papa Francisco, el Jueves Santo de 2008 lavó los pies a jóvenes que estaban luchando contra el consumo de paco.
La caminata finalizará en marzo en el Santuario de Luján, en coincidencia con los 15 años del nacimiento del Hogar de Cristo y los 10 años de pontificado del papa Francisco.
La peregrinación, que llegará a Santa Cruz el próximo martes, nace con la idea de unir a todos los centros barriales con la presencia de la virgen de Luján.
Pablo Vidal, coordinador de la Familia Grande Hogar de Cristo y coordinador del área de Desarrollo Humano Integral de Cáritas Argentina, manifestó: “Para nosotros esta peregrinación es una alegría porque estamos ya muy cerquita de cumplir los 15 años como Familia Grande; fue en el 2008 cuando empezamos con el padre Pepe y con el cardenal Bergoglio, por eso lo sumamos al festejo de marzo del 2023 de los 10 años del pontificado del papa Francisco”.
“Los hogares nacieron como un proyecto de la iglesia para responder a uno de los desafíos que tienen todas nuestras comunidades, dolores que comparten las familias y los barrios, que es el tema de las adicciones. Esta peregrinación es celebrativa, de festejo, de esperanza, pero también va a buscar sensibilizar con este tema a toda la sociedad. No queremos más drogas en la Argentina”.
Por su parte, el padre José María “Pepe” Di Paola, presidente de la FGHC, recordó: “Los centros barriales del Hogar de Cristo se fueron replicando por todo el país, hablamos de nuestro obispo Bergoglio cuando lavó los pies de los primeros pibes que fueron llegando a la Villa 21, así crecieron los hogares en otros lugares”.
“Nosotros creemos en dos cosas: el abordaje territorial de las adicciones, por eso pensamos en dar respuestas y recibir en el lugar en donde la persona está para que se sienta parte de una comunidad, no derivarlo, y por otro lado la complejidad que se da en las adicciones, por eso toda la comunidad puede aportar algo. La persona que cocina, el que está en la puerta, el que los hace jugar al fútbol, todos pueden hacer algo para que un hermano nuestro salga de las adicciones”, destacó.
Remarcó que “la peregrinación nace con la idea de unir a todos nuestros centros barriales con la presencia de la virgen de Luján, que la Madre de Luján salga de visita. Las madres son siempre las que más se preocupan y nos vienen a decir y a llorar por la situación de un chico en consumo” y destacó que “esta iniciativa va más allá de cualquier división, todos podemos hacer algo en el tema adicciones. Acá está en juego la vida de los chicos, la droga es una forma de esclavitud: en un país en el que decimos que somos independientes, hay una esclavitud que es por medio de la droga”.
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