El sacerdote estuvo acompañado por cientos de jóvenes de los Hogares de Cristo y por la presidenta de Cámara, Cecilia Moreau. “La comunidad organizada tiene que seguir siendo el horizonte para la Argentina”, dijo cura Pepe Di Paola
Custodiado por cientos de jóvenes, el padre Pepe Di Paola llegó este jueves al Congreso de la Nación para presentar, ante la Cámara de Diputados, su proyecto “Ni un pibe, ni una piba menos por la droga”. Estuvo acompañado, además, por el diputado nacional Daniel Arroyo y por la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau, quienes firmaron un acta de compromiso con el cura en opción por los pobres.
La campaña es impulsada por la Federación de Hogares de Cristo, que preside José María “Pepe” Di Paola, y nació en agosto del año pasado en el contexto de las celebraciones por los 15 años de la creación de estos espacios de contención para personas con problemas de consumos de drogas ilegalizadas.
Desde aquel mes, y durante medio año, peregrinos de los Hogares de Cristo recorrieron los 200 centros que tienen en todo el país, desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, en micro. “Íbamos con los chicos y las chicas y ellos eran los que bajaban para hablar con los jóvenes con problemas”, contó Di Paola a Infobae.
En el bello salón de los Pasos Perdidos, a unos metros del hemiciclo de los Diputados, el padre Pepe contó que llevaron este lema de “ni un pibe menos por la droga” por todo el país. “Hicimos un peregrinar, el lema lo elegimos a propósito, este tema de las adicciones el gran desafío”, remarcó, parado entre Moreau y Arroyo, debajo de la inmensa pintura “Los Constituyentes de 1853″, obra del artista plástico Antonio Alice.
Di Paola explicó que la campaña “es una propuesta de abordaje en el territorio de las adicciones” y destacó que “cualquier persona que entra al Hogar de Cristo sale mucho mejor”. “Cuando decimos Hogar de Cristo decimos abordaje del territorio y también de comunidad. La comunidad organizada es muy importante. Nuestra relación en el barrio, nuestro vínculo con organizaciones. Y darle continuidad a los chicos que se acercan. La comunidad organizada tiene que seguir siendo el horizonte para la Argentina. Creemos en la responsabilidad que tenemos las organizaciones del pueblo”, remarcó y fue aplaudido por las 300 personas que colmaron el salón, sobre todo jóvenes integrantes de los hogares, que estaban con sus mates y sus teléfonos celulares atentos a registrar el discurso de Pepe.
Di Paola confirmó en su breve discurso que dejará la comunidad parroquial Don Bosco, en el barrio Villa La Cárcova, de San Martín, donde vivió durante los últimos diez años, tras un breve paso en Santiago del Estero, y luego de irse de la villa Zavaleta por amenazas.
“Me voy a dedicar a la Federación, que hay que organizar porque es como la AFA, las comunidades son como los clubes, son autónomos, pero hay que coordinar”, le dijo a este medio. Di Paola recorrerá los casi 200 centros que hay de Hogares de Cristo y posiblemente se instale en La Matanza.
Pepe también recordó que en marzo pasado firmó junto al presidente Alberto Fernández un acta de compromiso, que también rubricó la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. “Recuerdo el Cabildo de Luján, la firma de las autoridades, del Presidente y la Vicepresidenta. Y que hoy la Cámara de diputados se sume es muy importante”, dijo.
Además de Pepe, se destacaron los discursos de tres integrantes de la comunidad de hogares de Cristo, que pudieron recuperarse de sus consumo problemáticos. “El Hogar de Cristo me salvó la vida. Empecé a consumir a los 9 años en Gualeguaychú. El padre Pepe me dijo que acá tenía una familia. Llegué el 26 de abril de 2018 y a partir de ahí entendí que la vida es más saludable sin consumo y ayudar al otro me ayuda a mí”, contó Rodrigo Osuna, que actualmente trabaja como acompañante de otros compañeros. “Amo acompañar la vida, a cada chico, porque devuelvo lo que el hogar me enseñó. Pude estudiar, terminar la secundaria. Volvemos a tener dignidad, que la perdimos y los valores”, detalló y todo el mundo lo aplaudió cuando destacó que lleva cinco años sin consumir.
También habló Jésica Monje, que les mostró fotos de sus familiares a Arroyo, Pepe y Moreau. Es madre de seis hijas mujeres y abuela de un varón. “Es lo que recuperé cuando entré al Hogar de Cristo. Me devolvió la posibilidad de maternar, algo que había dejado de hacer por mis malas decisiones. A las primeras cuatro no las pude criar. Pero sí a las dos más chiquitas”, se emocionó. Esta mujer consumió durante 19 años diversas drogas ilegalizadas, “cocaína, marihuana, alcohol y paco” y dijo que con la pasta base terminó de “tocar fondo”.
Cristian Gianella relató que llegó al hogar hace cuatro años, “después de tantos años de consumo, viviendo en las calles”. Contó que dormía cerca del Congreso, justamente, “y en esas ranchadas me llegó el mensaje de un compañero que tenia gratitud con ese lugar, el Hogar de Cristo”.
Gianella contó que se animó y fue, que le abrieron la puerta, le dijeron que se bañe y se siente a la mesa. “Era raro porque nadie te abría una puerta. Y encontrar un lugar donde la gente te escucha... Es de locos pero fue así. Me di cuenta que a alguien le importaba. Somos los rotos que ayudamos a losrotos y cosemos a los descosidos. El hogar de Cristo es formar familia”, dijo el hombre.
Daniel Arroyo consideró que desde Diputados decidieron acompañar al padre Pepe “para que haya una ley en el Congreso, con recursos, con acompañamiento permanente” porque “lo que están haciendo los hogares de Cristo es lo que el Estado no hace”.
Cecilia Moreau confesó que escuchar a los adictos en recuperación le dio vergüenza. Y se preguntó: “¿Por qué ellos desde la casa de Cristo, desde la Iglesia, un espacio autoconstruido, tienen que hacerse cargo de tantas responsabilidades que son del Estado?”
“Y me da un poco de vergüenza porque terminan luchando contra una adicción y contra la desigualdad que la política y el Estado, gobierne quien gobierne, no puede resolver”, cerró la presidenta de la Cámara de Diputados.
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