“Es urgente tomar conciencia de que las drogas y las adicciones son una herida sangrante de nuestro Pueblo”.
Las palabras forman parte de “La otra pandemia”, un documento emitido por la Iglesia Católica de nuestro país, en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, que se conmemora el 26 de junio.
El escrito lleva la firma de Familia Grande Hogar de Cristo, Cáritas Argentina y Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia (Argentina), y está marcado por la contundencia de frases que apuntan a visibilizar la gravedad de un flagelo que no es nuevo, pero recrudeció a partir del confinamiento.
Para la Iglesia, “lo que hasta el 2019 era sostenido de un hilo, explotó” y consideran que “la situación social es desesperante”.Pastoral de Adicciones en ColónEl documento “La otra pandemia” llegó a El Entre Ríos desde la Pastoral de las Adicciones de la Parroquia Santos Justo y Pastor (Colón), donde desde hace 14 años un grupo de voluntarios se dedica a brindar ayuda a personas adictas y sus familias.
Recuerdan “el inicio en los Congresos Nacionales de Adicciones en Pilar, Bs. As., donde nos enseñaron sobre este trabajo tan duro y tantas veces no comprendido, hasta el punto de creer que toda batalla seria perdida”.
Hoy, hablan de “un camino recorrido, con errores y aciertos, llenos de esperanza y confianza en que solo Jesús, María y el Espíritu Santo sabrían la manera, el tiempo, el cómo y el cuándo”.
En su trabajo cotidiano, contaron con el apoyo y asesoramiento de entidades y profesionales de la ciudad, a quienes agradecen, además de las instituciones que dan acogida a los adictos en recuperación que lo necesitan: La Fazenda, con sede en las ciudades de Córdoba, Santa Fé y Melo (Uruguay), de Mujeres; y La Posada de la vida, en Pilar, de Hombres.
El encuentro de la Pastoral de Adicciones –tanto para personas adictas como familiares- es los martes a las 18.30 en la Capilla San Cayetano (12 de Abril 1200). Teléfono: (03447) 15 405848Las frases del documento- “Con las restricciones de todo orden generadas por la pandemia de COVID -19 y las medidas políticas que se implementaron para abordarla, quedaron huérfanos nuestros barrios. Los jóvenes se encuentran sin espacios de contención, ni referentes del mundo adulto o pares con los que interactuar en los clubes, las escuelas e incluso la mayoría de nuestras Capillas que quedaron cerradas”.
- “Hemos constatado cómo se impregna lo social con un inmanente sentido de aceptación e inocuidad acerca del ‘cannabis’, su despenalización y sus usos”.
- “Las adicciones y todo lo que se produce a su alrededor van rompiendo los lazos sociales de nuestras comunidades y detonan como bombarderos los valores fundamentales que nos unen como comunidad: la solidaridad, la fraternidad, la misericordia, la caridad”.
- “El problema ya no se resuelve con Trabajo y Vivienda, porque no existe la red de apoyo de la comunidad organizada y se vive en el desesperado “sálvese quien pueda”.
- “En estos años pudimos ver una Sociedad y un Estado cada vez más fragmentados en sus respuestas. Lo que hasta el 2019 era sostenido de un hilo, hoy explotó en nuestros pueblos ante la crisis 2020/2021 y actualmente la situación social es desesperante”.
- “La crisis del COVID-19 ha degradado las condiciones de vida de las personas detenidas hasta límites infrahumanos, en penales colmados y comisarías hacinadas, en las que pasan meses detenidos soportando indecibles violaciones a los Derechos Humanos”.
- “Nos inquieta la post pandemia y el aumento del HIV, la Tuberculosis y otras enfermedades asociadas al consumo de paco y otras drogas”.
- “Es conocida y estudiada la alta incidencia entre la pobreza, adicciones y explotación laboral y sexual”.
- “Queremos visibilizar la creciente cantidad de personas en situación de calle, que fueron y siguen siendo vulneradas todos sus derechos. La calle no es un lugar para vivir, ni morir”.
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