«Amar y Servir» es el lema de Manos Abiertas, una organización argentina que trabaja sin ánimo de lucro para aliviar las necesidades de las personas más vulnerables.
Inspirándose en la invitación que el Papa Francisco propuso el domingo 6 de septiembre de 2015 a la hora del Ángelus, animando a que cada parroquia, comunidad religiosa, monasterio y santuario se ocupe del cuidado de una familia de refugiados, Manos Abiertas anuncia que recibirá a una familia y a un joven provenientes de Siria, a quienes dará hospitalidad y todo tipo de asistencia.
A través del WhatsApp de Radio Vaticana nos llega la voz de Marta Irigoy, consagrada al servicio de esta organización desde hace ocho años, quien nos cuenta con más detalles la finalidad y los preparativos de esta misión:
Manos Abiertas nace hace 25 años por iniciativa de un grupo de laicos y el Padre Ángel Rossi, sacerdote jesuita que conoce de cerca al Papa Francisco, al ver las necesidades de los vecinos de Villa de Mayo, una zona del Gran Buenos Aires. Poco a poco y con la ayuda de los voluntarios que integran el «cuerpo vivo» de esta organización, la labor de ayuda social fue creciendo hasta extenderse actualmente en nueve provincias del país.
«Ahora Manos Abiertas trabaja y prepara su corazón para realizar la nueva misión de hospedar a estos hermanos refugiados de Siria», cuenta Marta, destacando que este proyecto es un fruto tangible tras la experiencia del Jubileo de la Misericordia, con la que pretenden poner en práctica mediante gestos concretos la obra de misericordia corporal «dar posada al peregrino...en este caso al inmigrante», deseando «tender puentes entre la Paz y la guerra».
Servir, promover y dignificar a los más necesitados, mejorando su calidad de vida y suavizando las situaciones de pobreza, dolor y carencias a través del trabajo voluntario, es el motor fundamental que mueve a todos los que de alguna manera participan en los numerosos proyectos de Manos Abiertas.
Para quienes deseen colaborar y sumarse a esta misión, pueden visitar su página Web. Desde la Radio del Papa estaremos pendientes para seguir conociendo cómo se desarrollan los frutos de esta «gran obra de misericordia».
Comentá la nota