La Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) rechazó la celebración de liturgias virtuales como lo decretó el presidente del país, Alejandro Giammattei, en un estado de calamidad que incluye un toque de queda nocturno para frenar el repunte de contagios de covid-19.
"Declaramos que el culto y la actividad religiosa constituyen un valor esencial de la vida del pueblo creyente de Guatemala. Es por tanto un servicio que se debe prestar como otros autorizados" por el mandatario, dijo la CEG en un comunicado la noche del viernes.
Ante ello, pidieron al Congreso modificar la disposición donde se "prohíbe la asistencia y participación masiva a actividades religiosas y de culto dentro de iglesias o al aire libre".
Los purpurados para lograr el objetivo se comprometen a que las actividades religiosas estarán reguladas "estrictamente por el aforo correspondiente según el semáforo epidemiológico vigente" del ministerio de Salud, donde rojo representa muchos contagios, naranja un nivel intermedio y verde pocos.
El reciente tablero publicado este sábado y vigente por 14 días establece que 305 de los 340 municipio están en rojo, 21 en naranja y solo 14 en verde.
El jueves pasado, el gobernante anunció en un mensaje a la nación el estado de calamidad que regirá por un mes y restringe varios derechos constitucionales como la libre locomoción. Además, las actividades religiosas, deportivas, artísticas, educativas, entre otras, deberán realizarse 100% en modalidad virtual.
El toque de queda regirá desde las 20H00 a las 04H00 locales del otro día.
Ahora el Congreso unicameral -controlado por el oficialismo y sus aliados- tendrá tres días para aprobar, rechazar o modificar el estado de calamidad.
El gobernante había decretado un estado de calamidad el pasado 13 de agosto, pero fue derogado por el Parlamento once días después.
Hasta el viernes, Guatemala, de cerca de 17 millones de habitantes, suma 484.263 casos y 12.155 muertos por covid-19, en momentos que los contagios superan los 5.000 diarios.
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