Distintivos pastorales del auxiliar de Monterrey han sido frescura y apertura
(Guillermo Gazanini Espinoza).- LaConferencia del Episcopado Mexicanotenía pendiente la renovación del Consejo de la Presidencia y otro cargos -comisiones y consejos- del Cuerpo Colegiado, postergados en la Asamblea 100 de noviembre pasado por los preparativos de la visita del Papa Francisco a México de febrero pasado.
La 101 Asamblea de la CEM viene después de la "agitada" marea que involucró al Episcopado a raíz del discurso de Francisco, el sábado 13 de febrero, ya conocido como el "peléense como hombres". Dos editoriales del Semanario de la Arquidiócesis de México "Desde la fe", ampliamente difundidos en redes sociales, interpretaron el mensaje, la unidad o conflictos al seno del Episcopado y las necesidades urgentes, también dichas por Francisco, para evitar cualquier situación que pudiera apartar del sentido de pastoralidad exigida a los obispos esa mañana de sábado.
Los golpeteos especularon hasta más no poder. Medios políticos fueron agoreros de la renovación de la CEM "sin cambios sustantivos" consolidando la presunta alianza de la jerarquía con el gobierno. Las especulaciones pronosticaban la ausencia de cambios "en la línea conservadora" de los obispos que, según algunos semanarios, están más preocupados por moral sexual, prebendas y privilegios que por la inclinación a los pobres. Rebeldía se llamó a esta presunta complicidad al poner en tela de juicio y oposición las líneas sobre la tarea de los pastores dichas por el Papa en su visita. La conclusión venía a ser implacable con los prelados: Los medios y especialistas acusaron al Episcopado de no simpatizar en nada con las directrices papales.
Después de las acusaciones, los obispos parecían componer las cosas particularmente con las declaraciones del Arzobispo Primado de México quien se deslindó de los cuestionamientos del semanario Desde la fe, no obstante apoyando la línea crítica y libertad de expresión característicos del periódico de la Arquidiócesis. Norberto Rivera Carrera vendría a enfatizar su lealtad y obediencia al Papa contra las especulaciones de los medios en un escenario muy simbólico y sacro para la identidad sacerdotal y comunión con la Cabeza de la Iglesia. El jueves santo, en el marco de la renovación de las promesas sacerdotales y la entrega de los óleos que inauguró el triduo sacro de este año, el prelado manifestó claramente cuál era su partido: "Ante los rumores mal intencionados de algunos que quieren ver una ruptura de un servidor o de nuestra Arquidiócesis con el Santo Padre, quiero dejar bien claro, delante de ustedes, mi presbiterio y Pueblo de Dios que, para con el Papa Francisco, hay perfecta comunión, respeto y obediencia; además hay sincero cariño y amistad".
La recepción del lunes 4 de abril en la nunciatura apostólica dio cuenta del acercamiento entre el Nuncio Christoph Pierre y el Cardenal Rivera Carrera a la vez que gobernadores, funcionarios públicos federales, el expresidente Calderón, personalidades y el clero invitado festejaron el tercer aniversario de pontificado del Papa Bergoglio como antesala a la 101 Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Se daba por hecho que, por los resultados de la visita papal, la renovación de los cargos principales no arrojara sorpresa alguna; sin embargo, la elección de esta tarde de martes, se puede afirmar, sí agarró desprevenidos a quienes apostaron por pan con lo mismo. Los cambios que más llamaron la atención fue el de la secretaría de la CEM que renovó el cargo confiándolo al obispo de 50 años de edad, auxiliar de la Arquidiócesis de Monterrey, Monseñor Alfonso Miranda Guardiola y el de tesorero que ahora ocupa el pastor de Cuernavaca, Monseñor Ramón Castro Castro.
Presidente y vicepresidente fueron reelectos para un segundo período repitiendo el Arzobispo de Guadalajara, el Cardenal José Francisco Robles Ortega y el obispo de Zamora, Monseñor Javier Navarro Rodríguez; los dos vocales, el Arzobispo de Acapulco, Monseñor Carlos Garfias Merlos, quien ha llevado esa convulsionada región por opciones constructoras de paz y solidaridad, y el obispo de Zacatecas, Monseñor Sigifredo Noriega Barceló, fueron elegidos para un segundo período.
Esta renovación deja un buen sabor de boca. La reelección del Cardenal Robles Ortega representa un signo de confianza del episcopado por un liderazgo discreto que ha sabido responder ante urgencias y dilemas graves en la vida de México. Si bien cuestionado ante la tardía respuesta por los fatídicos hechos de Iguala y la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, la presidencia de la CEM respondió con mensajes contundentes que llamaron la atención por la posición crítica; las designaciones que recaen en Alfonso Miranda Guardiola y Ramón Castro representan la intención manifiesta por confiar dos cargos, el de secretario quien lidia con los medios y el conjunto de poderes civiles y de tesorero para fincar la transparencia de un órgano muchas veces opaco.
Distintivos pastorales del auxiliar de Monterrey han sido frescura y apertura. Muy activo en redes sociales, sus seguidores tiene de primera mano el ministerio de un hombre quesabe ser portador de la misericordia "para que nadie se sienta solo". Un voto de confianza le fue hecho en el pasado Sínodo de las Familias para representar al episcopado, junto con su antiguo Arzobispo en Monterrey, el Cardenal Robles Ortega, con participaciones destacadas. El pasado fin de semana presentó su libro "Sínodo de las Familias 2015" y entre otras cualidades, Miranda Guardiola llevó a Polonia la puesta en escena de la vida de San Maximiliano Kolbe donde él mismo encarna al mártir de la caridad. El cargo de Secretario de la CEM lleva signos claros de apertura y cercanía por las vías de una pastoralidad de la misericordia como lo anhela el Papa Francisco.
La elección de Ramón Castro Castro es también por la transparencia y responsabilidad. El antiguo diplomático de la Santa Sede y XIII obispo de Campeche, gobierna ahora una diócesis sometida por la violencia, el crimen organizado y los ataques constantes a la Iglesia. Él mismo ha sufrido las amenazas y boicoteos de gente ligada al gobierno de Graco Ramírez, actual gobernador de Morelos, quien ha desestimado las Marchas por la Paz convocadas por la diócesis de Cuernavaca. Ha sido solícito por las víctimas y tuvo cercanía hacia los deudos de la desaparecida alcadesa de Temixco, Gisela Mota, asesinada a principios del 2016. En el trienio que concluyó, presidió la Comisión para la Pastoral Social y destacan los esfuerzos por la construcción de la paz y el apoyo a la iniciativa ciudadana 3 de 3 contra la corrupción a fin de rehabilitar el servicio público, la rendición de cuentas y la transparencia.
Quedan todavía dos días de la Asamblea 101 de la CEM, pero sí podemos afirmar que arrancó con esperanza atendiendo al mensaje del Papa Francisco. Y en el Pueblo de Dios se mantiene un renovado espíritu para ver un órgano Colegiado más fuerte, capaz de dar razón del Evangelio y abandonar el apoltronamiento y comodidadesque desdicen la condición de los testigos de Cristo e imitar a las antiguas y grandes reuniones de obispos mexicanos frente a condiciones más dramáticas que apostaron por la destrucción y desaparición de la Iglesia.
Necesitamos signos proféticos para que, alejados del lenguaje precavido, los obispos de México en este trienio reflejen más bien el rostro del "Cristo del Consuelo, del Cristo de la felicidad, el de Cristo Riqueza del Mundo, del Profeta de la Bienaventuranza... Para que cada uno de nosotros sienta como algo nuevo y descubrir, con asombro y maravilla, las palabras de libertad y de fortaleza que proclaman el advenimiento del Señor porque tal es su nombre". (Cardenal Giovanni Battista Montini, Beato Paulo VI, Sermón de Navidad, Milán, 1959).
Comentá la nota