El Arzobispo de Valladolid, Mons. Luis Argüello, invita a que la participación en la Iglesia surja “de la toma de conciencia de que nosotros formamos parte de ella”. 

De esta manera “todo lo que suponga crecer en participación se traduce en hacer más transparente y más visible nuestra condición de miembros de la Iglesia”. Mons. Argüello también anima a hacer “del agradecimiento compromiso para que la vida de la Iglesia pueda ser sostenida”.

Por su parte, el Arzobispo de Pamplona, Mons. Francisco Pérez, destaca que se trata de una jornada de gratitud y compromiso. “Gratitud por todo lo que la Iglesia nos ha dado y nos da” y compromiso que debe “responsabilizarnos de su funcionamiento y sostenimiento”. 

Mons. Pérez incide en que “la Iglesia se edifica y mantiene viva con la participación activa de todos. Y para el cumplimiento de su misión evangelizadora, necesita recursos humanos, pero también económicos”. 

El Arzobispo de Santiago de Compostela, Mons. Julián Barrio aprovecha la ocasión para agradecer la labor de “aquellas personas, hombres y mujeres, que está siempre ‘ahí’, dando su amor, su ayuda, su trabajo, su apoyo a los demás y sobre todo a los necesitados”.

Ante las incertidumbres socio económicas, el Arzobispo entiende que la colaboración de los diocesanos “así como su disponibilidad para ponerse al servicio de las necesidades de la diócesis es esencial y muy necesaria”.

“No se puede ser un cristiano de modo aislado”

Desde la Archidiócesis de Sevilla, su titular, Mons. José Ángel Saiz Meneses, aprovecha esta jornada de la Iglesia Diocesana para recordar que “no se puede ser un cristiano de modo aislado” y que “toda la Iglesia late en el corazón de cada diócesis”. 

Asimismo, Mons. Saiz expone que “la Iglesia es el signo vivo de la evangelización”, a través de la realidad de cada parroquia y que esta jornada es ocasión para agradecer a quienes colaboran para que sea “una familia apasionada por Jesucristo y entregada a los demás”.

La colaboración de todos es la sinodalidad

El Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández pone el acento en la importancia de reconocer la doble dimensión universal y particular de la Iglesia, subrayando que “nuestra pertenencia a la Iglesia católica tiene como seña de identidad la comunión con el Papa”. 

Al tiempo, “siendo de origen divino, la Iglesia la construimos entre todos”, ha advertido, por lo que “en su etapa peregrinante a lo largo de la historia necesita continuamente de la colaboración de todos. Esa es la sinodalidad”.

Por su parte, el Obispo de Getafe, Mons. Ginés García, llama a preguntarnos, con San Pablo: “¿Qué tenéis que no hayáis recibido?” y así despertar la conciencia de que “todo lo que somos y tenemos lo hemos recibido de Dios”. 

En concreto, Mons. García pide recordar que “la Iglesia es un don de Dios para poder vivir en Él” y que, más allá de “demostrar lo bueno que hace la Iglesia en favor de la sociedad”, reconozcamos que “lo más grande que nos da la Iglesia cada día es a Jesús”. 

En un sentido parecido se han manifestado también los obispos de Segorbe Castellón, Mons. Casimiro López Llorente; Osma Soria, Mons. Abilio Martínez Varea; Huesca-Jaca, Mons. Julián Ruiz; Cartagena, Mons. José Manuel Lorca; Ciudad Real, Mons. Gerardo Melgar; Tenerife, Mons. Bernardo Álvarez; y León, Mons. Luis Ángel de las Heras. 

La campaña “Gracias por tanto” está dirigida a todos los que forman parte de la Iglesia Católica, que en España se estructura en torno a 70 diócesis, cerca de 23 mil parroquias, 16 mil sacerdotes, algo más de mil seminaristas, más de 35 mil religiosos, más de 8 mil monjes y monjas, más de 10 mil misioneros y millones de laicos. 

La Iglesia propone cuatro alternativas para esta colaboración: la oración, el tiempo dedicado, la puesta en juego de las cualidades personales y el apoyo económico. Este último permite “elaborar presupuestos y mejorar la utilización de los recursos y planificar acciones a medio y largo plazo”.