La Iglesia celebra el 4 de agosto al santo Cura de Ars, patrono de los sacerdotes. En ese marco, los prelados saludaron al clero y enviaron su bendición.
En el día en que la Iglesia celebra la memoria de san Juan María Vianney, el cura de Ars, patrono de los sacerdotes, los obispos argentinos saludaron al presbiterio y lo animaron a continuar con su ministerio, siendo fieles a Dios y sirviendo a los hermanos
“Quiero enviarles este afectuoso saludo pidiendo al Señor que esta fiesta sea ocasión para renovar nuestro ministerio sacerdotal, volver a recuperar la frescura, la fuerza y la alegría sobre todo en el ejercicio del ministerio", expresó el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín.
A su vez, pidió "que la intercesión del Santo Cura nos ayude a vivir cada vez más intensamente el ministerio sacerdotal y a ofrecer aquellos sufrimientos y circunstancias difíciles en la certeza de que el amor de Dios nunca nos abandona.”
Por su parte, el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, y su auxiliar, monseñor Eduardo Gonzalo Redondo, se dirigieron a los sacerdotes en su día y compartieron las palabras de Francisco en su carta Christus vivit, donde habla de la amistad con Jesús, “una invitación que se le propuso delicadamente a su libertad” y, tras ese encuentro íntimo e inesperado, ustedes “dejaron todo y se fueron con Él”.
Por eso, los prelados destacaron los valores de fraternidad, respeto mutuo, diálogo, conversación espiritual y alegría en el compartir, “que van consolidando nuestra amistad con Jesús y los hermanos”. Por último, les agradecieron el trabajo pastoral de cada día, y su testimonio de servicio y generosa entrega al Señor y a su Pueblo. » Texto completo del saludo
Mientras tanto, el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, recordó que fue el papa Benedicto XVI quien dejó como patrono de los sacerdotes del mundo al santo Cura de Ars, cuya memoria litúrgica se celebra el 4 de agosto.
Asimismo, animó a los sacerdotes a renovar siempre ese “don recibido del buen Dios que, ‘mirándonos con misericordia’, nos llamó” para ese servicio. “El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”, memoró que repetía con frecuencia el santo Cura de Ars. » Texto completo del mensaje
Monseñor Oscar Ojea se centró en la figura del párroco, y su función de presidir en la caridad a la comunidad: “Aquí se da la verdadera creación, en fraternidad y en comunidad, de una sensibilidad nueva con respecto a nuestros hermanos más pobres”.
También sostuvo que el párroco “es un gran creador de vínculos, un facilitador en cuanto a esto en la comunidad para potenciar el trabajo apostólico. Esta es una función clave porque, según vayan dándose esos vínculos, la comunidad crece en la alegría, la fraternidad y en fecundidad evangelizadora”, destacó.
Monseñor Marcelo Margni, obispo de Avellaneda - Lanús, también saludó a los sacerdotes, y expresó: “Me siento honrado y afortunado por poder contar con la compañía y la dedicación de ustedes en esta tarea de animar y servir al pueblo de Dios”.
A su vez, destacó “su servicio constante y desinteresado”, que muestra el verdadero rostro del amor de Dios a través de “hombres comprometidos en su ministerio y con un corazón desbordante en el amor por Cristo y su pueblo”. » Texto completo del saludo
Monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, explicó por su parte en su mensaje que “cura es el que cuida la vida de Cristo, la vida de la gracia en el corazón de los fieles cristianos”, y señaló que los sacerdotes “nos santificamos en el ejercicio del ministerio: predicando el Evangelio, celebrando los sacramentos que nos transmiten la vida del Espíritu, pastoreando a nuestro pueblo”.
“Qué hermosa que es nuestra misión”, expresó el prelado, indicando que “por exigente que la misión sea, no estamos solos está el Señor con nosotros, consolándonos, animándonos con su Espíritu”.
Por último, el prelado agradeció a Dios por las 30 parroquias que la diócesis ha llevado adelante desde hace 10 años. » Texto completo del saludo
Los obispos de Goya, monseñor Adolfo Canecín y monseñor Ricardo Faifer, saludaron también a cada uno de los sacerdotes en su día y, de manera muy especial, a quienes tienen el oficio de párroco, destacando el ejemplo del Cura de Ars como “santo protector, intercesor, modelo de entrega y generosidad”.
Los prelados se mostraron alegres de compartir “el servicio gozoso a nuestra gente”, y pidieron a Dios lo que san Pablo a Timoteo: “Que se reavive el don recibido por la imposición de las manos”.
“En la memoria del santo Cura de Ars, saludamos a todos los sacerdotes de la arquidiócesis de Resistencia, acercándonos con un sincero abrazo para expresarles nuestro aprecio, cariño y agradecimiento”, expresaron desde la sede apostólica.
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