El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D’Annibale, envió una reflexión junto con los párrocos de la capital santacruceña al cumplirse 100 días del paro que el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM) mantiene para reclamar un aumento en sus haberes.
El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D’Annibale, envió una reflexión junto con los párrocos de la capital santacruceña al cumplirse 100 días del paro que el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM) mantiene para reclamar un aumento en sus haberes.
El obispo y los sacerdotes reconocieron el legítimo derecho a peticionar por un salario justo que permita vivir con dignidad y sostener a la propia familia, pero consideraron que “un paro de estas características influye directamente en la ciudad y en la vida de los vecinos que en ella habitan”.
“Da mucha tristeza ver una ciudad sucia, con canastos y volquetes repletos de bolsas de residuos, con desbordes cloacales y calles destruidas, con semáforos que no funcionan y roedores que impidieron en algunas escuelas el normal funcionamiento de las clases”, expresan en su carta los representantes de la Iglesia.
Los pastores de Río Gallegos lamentan los modos de protesta de los empleados municipales, particularmente la quema de neumáticos, y recordaron que “los más pobres y los que menos tienen” son los que sufren de forma directa las consecuencias de esta situación.
Por su parte, monseñor D’Annibale reiteró que el obispado media para destrabar el conflicto y dijó que mantiene al momento conversaciones con distintos interlocutores. No obstante, el prelado observó que “los días pasan y no se vislumbra ninguna salida”, lo cual “preocupa mucho”.
“Frente a este panorama desolador, pedimos que se retomen las mesas de diálogo, que se muestre ante los vecinos que se buscan soluciones en conjunto de acuerdo a las posibilidades que se tengan y se puedan dar; que haya verdadera voluntad de encontrar una solución y se acepte de ambas partes propuestas que pongan fin a este conflicto”, manifestó el obispo.
“Recuerdo una vez más que, en un diálogo, ceder no es perder, sino estar dispuesto a encontrar una salida que beneficie a las partes y al conjunto con la que esas partes están vinculadas”, añadió el titular de la diócesis, que abarca las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
“Estoy dispuesto con los sacerdotes de la ciudad a seguir haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para que se encuentre una solución. Pero somos muy conscientes de que si no aparece una firme voluntad y una sostenida decisión de solucionar este conflicto, los demás seguiremos mirando desde afuera y lamentando consecuencias”, exclamó el obispo.
Asimismo, el obispo y los sacerdotes invitaron a los creyentes de las diversas confesiones religiosas a rezar por la ciudad, “para que el único Dios fortalezca, ilumine y conceda la salida definitiva a este conflicto”.
El documento lleva la firma de monseñor Miguel Ángel D’Annibale y los sacerdotes párrocos Fabián Videla, Antonio Rant, Miguel Ángel Robledo, Sergio Soto, Rubén Hipperdinger, Carlos Ángel, Carlos Manuel Rastellini, Sergio Latini y Fabián Gili.+
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