Monseñor Carlos Tissera presidió la celebración del domingo en la catedral de la Inmaculada Concepción.
El obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, presidió la celebración del domingo en la catedral de la Inmaculada Concepción, donde destacó la importancia de ir a Jesús, aunque parezca “dormido” porque “solo Él nos conoce como somos, y solo Él sabe lo que necesitamos”. Además, con la presencia de fieles y los correspondientes protocolos, advirtió sobre los riesgos de perder “el norte en la vida”.
“La Palabra de Dios nos presenta la majestuosidad del Dios Creador; el que hace todas las cosas, y al que le obedecen las tormentas y el mar bravío. El Dios todopoderoso y eterno, que no necesitó de nosotros para hacer todo lo que ha hecho. Ese Dios que llena de estupor a los apóstoles, que llegan a decir al final de la calma: ¿Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen? Es Dios, el que ha estado ayer, está hoy y estará mañana. Es el Dios Creador y Señor”, aseguró.
“También es el Dios humano. Es el Dios cansado, que está dormido en la barca cuando se desata este furioso vendaval. El papa Francisco el 27 de marzo del año pasado, al comenzar la pandemia, hizo la oración citando este pasaje del Evangelio: ‘Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta furiosa e inesperada’: la pandemia. Hoy la Palabra de Dios viene a fortalecernos en la fe. Porque los discípulos, cuando el agua les llegó al cuello, le gritan a Jesús. También nosotros. Es popular el dicho: ‘Cuando el agua llega al cuello, nos acordamos de Dios’. ¿Es necesario que el agua nos llegue al cuello para acordarnos de Dios?”, preguntó en la homilía.
Monseñor Tissera indicó que “esta Palabra nos invita a no tener miedo; ese miedo mundano que hace que nos encerremos en nosotros mismos; que nos volvamos ogros unos de otros; el miedo que nos llena de violencia. Porque a lo largo de la pandemia hemos escuchado decir tantas barbaridades, de corazones que parecieran estar desquiciados…”.
“Cuando perdemos el norte en la vida, llegamos a decir cosas que no se pueden entender. Hoy el Señor nos dice a cada uno de nosotros ¿por qué tienen miedo? ¿no tienen fe? Eso es lo que nos debe hacer pensar, mientras seguimos en esta tormenta, que no ha terminado”.
“Miremos a Jesús; que Él está, aunque parece dormido. Y vayamos a Él con todas nuestras preguntas, con todo lo que hay dentro de nuestro corazón. Él sabe hablar al corazón. De Él siempre recibimos palabras de vida eterna. De Él siempre tenemos palabras de consuelo, de fortaleza, de alivio. Palabras que suavizan nuestras asperezas, que nos dan fortaleza en la lucha. Sólo Él nos conoce como somos, y sólo Él sabe lo que necesitamos”, añadió Tissera.
El prelado quilmeño señaló que hay que acudir a Dios, sobre todo en el Día del Padre. Además, aprovechó a felicitar a los papás presentes en la misa y a los que seguían la celebración a través de Internet.
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