-¡Una iglesia pobre y para los pobres! -dijo el Papa
-¡Quiero! -respondió Garcia
El miércoles 5 de diciembre a las 9:55 ingresó este cronista por avenida Crovara hasta la avenida Colonia y por esta hasta Asamblea, corazón del Barrio 17 de Marzo (entre Puerta de Hierro y San Petesburgo, Isidro Casanova, La Matanza). En un reciente complejo parroquial que lleva el nombre de San José, todavía en construcción, austero y colorido por bellos murales, esperaba el párroco padre Tano, tomando unos mates, con el obispo de San Justo Eduardo Horacio García, mientras muchos vecinos transitaban por los pasillos del ámbito parroquial. El centro geográfico del triángulo calificado como el más peligroso del Gran Buenos Aires.
El propósito del encuentro era escribir una primera nota sobre la acción de la iglesia en el conurbano.
Tras veinte minutos de diálogo y algún mate de por medio este cronista decidió prescindir de hacer comentarios y concentrarse lisa y llanamente en lo dicho por el obispo, que refleja la acción realizada por la iglesia en ese lugar, en menos de cuatro años, en barriadas de nuestro país que viven en la más extrema pobreza. Al mismo tiempo, sus palabras, dichas no desde el escritorio sino desde el servicio, son la mejor reflexión sobre lo que significan en serio los términos compromiso y justicia. La mejor explicación de la expresión papal "veo la iglesia como un hospital de campaña después de una batalla".
El obispo Eduardo ya era un auténtico "pastor con olor a oveja" antes de ser titular del Obispado de San Justo. Entre otros antecedentes tiene el de haber trabajado 30 años con niños y jóvenes, diez junto a Jorge Mario Bergoglio ayudándole a pastorear el Arzobispado de Buenos Aires en su condición de obispo auxiliar.
El obispo Eduardo García
-¿Cómo encontró a la iglesia cuando llegó a San Justo?
-Hace cuatro años que estoy aquí, encontré una Iglesia con ganas de vida, grandes segmentos del pueblo de Dios -de esta sociedad matancera- con muchas ganas de hacer cosas, de involucrarse con la realidad social de las "barriadas" más pobres. Le digo "barriadas" y no "villas", me parece que es un término más apropiado. También nos encontramos con muchas iniciativas, algunas eran proyectos, otras eran ideas que estaban por tomar forma y dialogando nos pusimos en camino.
-¿Qué consideró prioritario en la labor pastoral?
-Una de las cosas a la que le dimos mucha importancia desde entonces fue a los hogares de recuperación de adictos. A partir de villa Palito donde estaba funcionando el Hogar del Buen Samaritano lo apoyamos y fuimos extendiendo esa experiencia a Colonia Mi Esperanza, en San Petesburgo, aquí en 17 de marzo, en Puerta de Hierro y en otros sitios. Eso fue lo primero.
-¿Cómo encontró a los niños y jóvenes en estas barriadas?
-Encontré una niñez y una juventud muy herida, en la droga, en la calle, sin asistencia, que se siente sin perspectivas de futuro, buscando una salida e involucrándose muchas veces con el tema del mercadeo de la droga donde quedan atrapados.
Las tres "C" de la muerte vs. las tres "C" de la vida
-¿Qué se hace ante tantos heridos?
-Ese es el gran desafío, mire… siempre digo que lo que caracteriza esta realidad de la juventud en estas barriadas son las 3 C por las que muchos transitan su vida: calle, cárcel y cementerio, las 3C de la muerte. Y esto no es fantasía sino pura realidad. La iglesia les propone otras 3C: colegio, club y capilla, las 3C de la vida… bueno hay que acompañarlos, abrazarlos y ver como se los puede ayudar a transitar este camino.
-¿Viene mucha gente a la capilla?
-Sí, pero hay que tener en cuenta que la capilla es mucho más que un espacio de culto, es donde está el merendero, el comedor, la sala de primeros auxilios, las oficinas de servicios, la escuela. Desde luego que todo está en el marco de la fe, aunque no se acerquen por la fe sino por la necesidad. Pero también muchos y muchas se acercan para dar una mano, para ayudar, por amor al prójimo. En poco tiempo -porque las necesidades requieren soluciones urgentes -hicimos esta capilla, un lugar comunitario, una escuela primaria, un club y ahora estamos iniciando las obras de una escuela secundaria.
-¿Hay otras capillas?
-Hay otras que abrazan otras muchas organizaciones de la comunidad, son las capillas Madre del Pueblo, Nuestra Señora de la Esperanza, Virgen Peregrina y Virgen de Itatí. Los comedores San Francisco de Asís en este barrio 17 de Marzo, Madre Teresa de Calcuta en Puerta de Hierro y Virgen Peregrina en San Petesburgo; las Casitas de día Mi esperanza en este barrio, Niños peregrinos en San Petesburgo y Niños de Luján en Puerta de Hierro; el Club San José, la Agrupación Exploradores de San José, los Grupos de misioneras, de hombres, el Centro de Jubilados Juan Pablo II, el Hogar de Cristo, el Centro Misionero Padre Carlos Mugica, los Servicios de atención del Estado (Anses, DNI, Acceso a la Justicia, Ministerio de Trabajo, Desarrollo Social, Defensoría del Pueblo de La Matanza). Además de los jardines y la escuela primaria contamos con un Grupo de Catequistas, un Centro de Formación profesional y comunitaria, Mi pequeño Cottolengo, primaria y secundaria para adultos y los centros de primeros auxilios. Pronto esperamos ofrecer una FM, la Escuela primaria doble turno y tenemos otras ideas para ir concretando.
(Reuters)
-¿Tienen apoyo del sector privado?
-El sector privado nos ha ayudado mucho, por ejemplo, en la creación del Club San José con cinco canchas de fútbol y donde se practican también otros deportes o actividades recreativas bajo techo. Conseguimos un predio que era de la Conabe, un basural donde iban a drogarse y construimos ese gran espacio donde ahora concurren miles de niños y jóvenes de los barrios.
-¿Y de las autoridades públicas?
-Les pedimos a todos los estamentos del Estado nacional, provincial y municipal y vamos consiguiendo, de uno y de otro, aunque a veces se hace difícil la coordinación de los planes y acciones de las diversas jurisdicciones, pero tratamos de avanzar en la unidad a través del diálogo. Especialmente recibimos ayuda en materia de recuperación de adictos, también en materia de educación, capacitación y empujamos en el plan de urbanización.
Urbanización con diálogo sin "palos en la rueda"
Respecto de los planes de urbanización existentes, el Obispo Eduardo ya ha manifestado públicamente a radio Universidad de La Matanza que hay quienes buscan enfrentar al Municipio con la Provincia y afirmó que "enfrentar al Municipio con la Provincia en este momento, cuando estamos trabajando de la mano para dar los primeros pasos para urbanizar Puerta, es meter palos en la rueda".
Hace 14 años, en una homilía del obispo en la Catedral de Buenos Aires, ante la realidad de tantos niños en las calles de la ciudad, dijo: "Debemos adentrarnos en el Corazón de Dios y comenzar a escuchar la voz de los más débiles, estos niños y adolescentes… Tanto esas voces como la palabra del Señor que deberían conmovernos en nuestro compromiso y en nuestra acción: nunca la niñez abandonada en nuestra ciudad; nunca la adolescencia y la juventud marginada en nuestra ciudad; ningún cristiano, ninguna parroquia, ninguna autoridad indolente o indiferente frente al vía crucis de nuestras familias y de nuestros niños; ningún egoísmo o interés personal o sectorial menguando el esfuerzo y el compromiso que dilate la necesaria unidad y coordinación para el esfuerzo impostergable e inmediato".
Por su parte el párroco de San José, padre Nicolás "Tano" Angelotti dijo: "La Iglesia siempre denuncia la ausencia del Estado en los barrios… pero no nos quedamos en esa denuncia, sino que facilitamos la llegada del Estado, creemos en un Estado presente e integral que no puede estar ausente en Puerta de Hierro, 17 de marzo, 17 bis o San Petersburgo", y se manifestó a favor de la conformación de una "mesa (de diálogo) entre la Nación, la Provincia y el Municipio para avanzar en la urbanización".
¿Pueden los intereses personales o sectoriales menguar este esfuerzo y compromiso que dilate la necesaria unidad y coordinación para el esfuerzo impostergable e inmediato?
La intendenta de La Matanza Verónica Magario y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal (NA)
-¿Este es el triángulo más peligroso del Gran Buenos Aires?
-A ver, tiene fama, claro que hay violencia, pero no es la única barriada donde hay violencia, lo que pasa es que la violencia en estos barrios tiene más publicidad que la violencia en otros.
-¿Se debate la reglamentación del uso de armas por la policía en la persecución de delincuentes?
-No he oído hablar de eso a la gente, en verdad la gente de aquí tiene otras preocupaciones, la preocupación del día a día, si va a comer esta noche, donde está el hijo que se le perdió, que tiene que internar a un familiar y no hay turno ni cama en los hospitales.
-¿Le parece adecuada la atención de la salud?
-La gente de aquí va al Paroissien en la Ruta 3 Km 21.
Nosotros abrimos dos salitas de primeros auxilios, pero no es suficiente.
-¿Y el nuevo Hospital Alberto Balestrini del Camino de Cintura y Ruta 21?
-Funciona a medio tiempo porque no se consigue gente que quiera venir, debido a los bajos sueldos que ganan los médicos, razón por la cual el servicio de salud pública está colapsado.
-¿Y en materia de educación?
-En general las necesidades en el Gran Buenos Aires y en La Matanza son muy grandes y el sistema educativo es altamente deficitario. Nosotros solo en esta parroquia tenemos tres jardines que no dan abasto, 300 vacantes para el año próximo en la escuela primaria que ya están agotadas, y como usted puede ver estamos iniciando la construcción de los tres pisos de la futura escuela secundaria. Y esta, como todas las actividades de la Parroquia son gratuitas.
El amor de los pobres hacia el papa Francisco es muy grande
Mauricio Macri y el Papa Francisco, durante su encuentro en el Vaticano en febrero del 2016
-¿Impresiona la circunstancia de tener un papa argentino?
-El amor de los pobres de estos barrios hacia el papa Francisco es muy grande, este pueblo no acepta los conflictos infantiles y estúpidos que muchas veces crean los medios, no entran en aquellas argumentaciones que expresan algunos diciendo que se sienten mal porque el Papa no viene… que no nos da bolilla… que se fotografió con este o que no recibe a aquel, los de aquí lo sienten cerca suyo, las barriadas están firmes junto al Papa, para la gente de aquí es imborrable su mensaje cuando dijo: "¡Cómo quisiera una iglesia pobre y para los pobres!".
Algunos datos
Las cuatro barriadas se encuentran ubicadas en un triángulo cuyo perímetro lo forman las vías del ferrocarril General Manuel Belgrano (Estación Justo Villegas), la avenida Crovaray la avenida San Petesburgo. Se estima que en Puerta de Hierro hay 1.100 familias, en San Petesburgo 420, en 17 de marzo 850 y 310 en 17 bis; lo que haría un total aproximado de 10.000 habitantes. El obispado tiene su sede en la calle Ignacio Arieta 3045 de San Justo, Provincia de Buenos Aires y abarca desde la avenida General Paz hasta avenida Cristianía. La parroquia San José se encuentra en avenida Colonia (de asfalto) y Asamblea, barrio 17 de Marzo, Isidro Casanova, La Matanza.
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