Unos doscientos jóvenes provenientes de parroquias, movimientos eclesiales, colegios y de la pastoral universitaria, fueron protagonistas este sábado del XXXV Encuentro Diocesano de Jóvenes en la ciudad de Concepción del Uruguay.
La jornada se desarrolló bajo el lema “Un sueño que hace soñar”, motivado en la vida de Don Bosco, y sirvió para que jóvenes de entre 17 y 30 años puedan reflexionar, compartir, descubrir y rezar la vocación a un proyecto de vida con valores cristianos.
“Es una alegría volver a encontrarnos con los jóvenes. Este año se puso especial acento en el número de la edición: es el número 35”, dijo el obispo de Gualeguaychú, Héctor Zordán, al referirse al evento.
Zordán recordó que estos encuentros comenzaron “por una iniciativa monseñor Boxler y animadores de la pastoral juvenil de aquella época”, y destacó que “solo fueron transformados en el año 2020, cuando la pandemia obligó a implementar otro formato”.
“Es lindo encontrarse con tantos jóvenes entusiastas con ganas de vivir” insistió el obispo. “El lema elegido de esta jornada fue tomado de la experiencia de Don Bosco, pensando en el sueño de Dios para la vida de cada uno, que de alguna manera despierta y promueve los sueños personales” indicó.
Sobre el rol y la misión de la juventud en la Iglesia, el obispo de Gualeguaychú dijo que “los únicos que pueden ser misioneros de los jóvenes y entre los jóvenes son precisamente ellos: los jóvenes. Son los coetáneos por estar transitando el mismo tiempo” sostuvo.
En esa línea, Zordán dijo que estos jóvenes tienen las mismas experiencias, las mismas ilusiones y las mismas esperanzas de aquellos que no han descubierto a Jesús. “Entonces pueden ser los mejores evangelizadores”, añadió.
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