El Obispo en su homilía resaltó, en sus clásicos 3 puntos, los conceptos de paráclito, como el Espíritu Santo consolador que nos acompaña, la Verdad y la Razón, como testimonio de la esperanza con nuestra propia vida.

Si hay algo que caracteriza el espíritu de CARITAS es dar razón de la esperanza a través del cuidado y la cercanía con los más necesitados.

«Damos gracias juntos por estos 50 años de C aritas dando razón de la esperanza, con los gestos simples pero profundos de servicio que nuestra Cáritas Diocesana y parroquial ha vivido a lo largo de estos años».

Recordando las palabras de quién fuera Obispo de nuestra Diócesis, Monseñor Arancedo, “Nosotros somos gracias a qué otros fueron, nosotros estamos gracias a qué otros concluyeron”, nuestro Obispo dió las gracias a los que fueron parte de nuestra historia y a los que hoy están presentes en el servicio de la caridad.

«Somos un equipo de asilo, de servicio, de animación de la caridad.»

Al finalizar la misa se realizó el reconocimiento y entrega de diplomas a quienes formaron parte de la historia de Cáritas Diocesana.