En el inicio del Domingo 3 de octubre, unos de los primeros grupos de peregrinos de la Diócesis de Mar del Plata llegó a la Basílica Nacional de Nuestra Señora de Luján luego de peregrinar por más de 60 km acompañados en la totalidad del recorrido por el obispo Gabriel Mestre.
En el inicio del Domingo 3 de octubre, unos de los primeros grupos de peregrinos de la Diócesis de Mar del Plata llegó a la Basílica Nacional de Nuestra Señora de Luján luego de peregrinar por más de 60 km acompañados en la totalidad del recorrido por el obispo Gabriel Mestre.
Bajo el lema “Madre, miranos con ternura, queremos unirnos como pueblo” la delegación de la diócesis se congregó en el santuario en medio de aplausos, cánticos y «vivas a la Virgen»
A las 5.30 hs am, el obispo presidió la Eucaristía en el Templo de la Madre de todos los argentinos.
En su homilía el padre obispo Gabriel habló de “la ternura de la Virgen al recibirnos en su casa y abrazarnos con su manto para darnos protección. En medio de la cruz de la vida, como dice el Evangelio, traemos a sus pies todas las intenciones particulares y de todas las personas que han elevado su oración y ahora que dejamos en su altar aquí en Lujan. También tenemos la alegría de que como madre no recibe y le cantamos la vivencia del Evangelio en el texto de Isaías y el Magnificat” finalizo Mestre.
Al término de la ceremonia el obispo bendijo a los presentes y sus objetos religiosos. Inmediatamente la delegación emprendió el regreso a Mar del Plata con la satisfacción de haber participado de una fiesta religiosa junto a otros peregrinos de todo el país que en unidad pidieron a la Virgen “queremos unirnos como pueblo”.
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