El Nuncio Apostólico y representante del Papa Francisco en México, Mons. Joseph Spiteri, y el Arzobispo Emérito de México, Cardenal Norberto Rivera, participaron en las celebraciones de clausura del año jubilar de San Isidro Labrador en la capital del país el pasado fin de semana.
Por David Ramos.
En 2022, el Papa Francisco concedió a la parroquia de San Isidro Labrador, ubicada en la colonia Reforma Social de Ciudad de México, la gracia de celebrar un año jubilar por los 400 años de la canonización de su santo patrón.
La Puerta Santa de la parroquia se abrió el 15 de mayo de 2022, y durante un año los fieles de la capital mexicana tuvieron ocasión de tomar parte en las diferentes celebraciones y actividades, recibiendo también beneficios espirituales como la indulgencia plenaria.
El pasado sábado 13 de mayo, en el marco de la clausura del año jubilar, Mons. Spiteri presidió la Santa Misa y felicitó la renovación realizada en el templo en los últimos años. Además, animó a los fieles a renovarse también “espiritualmente”.
En su homilía, frente a jóvenes que recibirían luego el sacramento de la Confirmación, el Nuncio Apostólico los animó: Que “el Espíritu Santo, el Espíritu de Jesús resucitado, sea siempre vuestro consejero y vuestro mejor amigo por los caminos de vuestra vida”.
“El amor de Dios nos ayuda a vencer nuestro egoísmo, pero también nos ayuda a vencer todo tipo de violencia”, tanto verbal como física, resaltó.
Mons. Joseph Spiteri bendijo también la escultura de San Isidro Labrador, diseñada por el recientemente fallecido Fray Gabriel Chávez de la Mora, uno de los arquitectos de la Basílica de Guadalupe, y esculpida por el artista Jaime Isaías De Anda Sánchez.
Al día siguiente, el domingo 14, el Cardenal Norberto Rivera consagró el nuevo altar del templo.
En su homilía, el Arzobispo Emérito de México alentó a los fieles a agradecer a Dios por el año santo concluido, y “por las gracias que nos ha concedido” en este tiempo. Además, animó a tener siempre en el centro de nuestra vida a Cristo.
“Una Iglesia en salida”
En declaraciones a ACI Prensa, el párroco de San Isidro Labrador, P. Hugo Valdemar, destacó que la clausura del año jubilar “significa el cierre de un año de ‘gracia’, como dice el Salmo 125: ‘El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres’”
“Es el fin de un año de privilegios espirituales que nos deja una parroquia viva, pujante a nivel espiritual y pastoral que nos anima a seguir adelante”, señaló.
Para el P. Valdemar, es importante “notar la seriedad con la que los fieles tomaron el año santo. Hubo frecuencia en la Confesión y la Comunión para ganar la indulgencia plenaria”.
Además, resaltó que en este año se vivió “una misión coordinada por dos sacerdotes vicentinos y un equipo de 36 laicos que visitaron los hogares de toda la parroquia”.
“Al final de la misión nos quedó una pastoral pujante en el área litúrgica y caritativa. Hoy podemos decir que nuestra parroquia es una Iglesia en salida, pues se visita a los enfermos, se lleva despensas a las familias más pobres y se celebra la Santa Misa en las diversas calles de la colonia (barrio)”, expresó.
El P. Valdemar señaló que como “siguiente paso” al concluir el año jubilar, en la parroquia se han “propuesto acercar a los jóvenes” y organizar mejor la “ayuda espiritual y material a los enfermos y más necesitados. Estas dos prioridades serán nuestra ruta de trabajo, y confiamos en Dios que lo lograremos”.
Comentá la nota