Este fue el pedido del cardenal Poli ante más de 500 referentes políticos, gremiales, educativos y sociales que acompañaron la convocatoria de la Iglesia de Buenos Aires para debatir sobre Educación, Sociedad y Justicia Social.
La referente de Valores para mi país, Cynthia Hotton; el secretario de Culto de la JP Bonaerense Juan Ottavis; Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires; Carlos Regazzoni del PRO; Enrique Palmeyro, director mundial de Scholas; Santiago de Estrada, conocido como "el obispo" por sus vínculos eclesiásticos; Rodrigo Ruete, secretario general de la ANSES y el sindicalista Rodolfo Daer fueron algunos de los que dijeron presente en un encuentro marcado por la figura del papaFrancisco y la centralidad de la persona en la dimensión política y social como marco para articular la educación y la sociedad con justicia social.
Desde una visión latinoamericana de los factores de poder, en donde la región comenzó a pensar de manera centrípeta mas que centrífuga en relación al posicionamiento ante distintas alianzas regionales y continentales así como la centralidad del dinero en el sistema capitalista financiero actual, cuyo fin es el dinero en sí mismo dejando de lado cualquier rasgo de humanidad, fueron algunas de las ópticas desde las cuales dirigentes políticos, sindicales y sociales analizaron la problemática de la educación.
Entre otros, hubo un panel de legisladores del que participaron Jorge Taiana (FPV), Gabriela Michetti (PRO), Roy Cortina (Frente Amplio UNEN) y Felipe Solá (Frente Renovador). En ese marco, el legislador porteño Jorge Taiana resaltó la inversión en esa área que se realiza desde 2003 y que dio como resultado nuevas universidades y escuelas, y un fuerte aumento del salario docente. "El desafío es avanzar es procesos de aprendizaje, en la educación media y darle más relevancia a la educación inicial", consideró Taiana, que fue uno de los dirigentes que expuso en la mesa titulada "Ecos e interpretaciones desde la política". Y advirtió que "en la Ciudad de Buenos Aires hay diferencias sustanciales en la inversión educativa en el sector sur con respecto al sector norte", cosa que "debe ser modificado si pensamos a la educación bajo el paradigma de la justicia social".
En ese marco, la senadora nacional Gabriela Michetti (PRO) quien aclaró que hablaba como cristiana comprometida, relacionó la educación con la"transmisión de conocimiento y la espiritualidad", ya que consideró que "debe ser el lugar de encuentro para sentirse parte y trabajar en función del bien común". En tanto, el diputado Roy Cortina, para quien "la educación y la justicia social son dos problemas que los argentinosdeberíamos coincidir en como resolverlos sin disentir", ponderó a la educación como "el eje del presente con el futuro" y sostuvo que se "debe tener una mirada estratégica a largo plazo que permita el ascenso social a través de la educación".
Con un claro discurso electoral que desentonó con el resto de los expositores, el diputado nacional y candidato a gobernador Felipe Solá manifestó que "lo más honesto que podemos hacer los políticos es decir qué pensamos y desde dónde pensamos si queremos ser electos por los ciudadanos", e hizo hincapié en la educación con la seguridad, ya que expresó que la educación debe "ir contra la violencia y la ausencia de autoridad".
Otra de las mesas de la jornada fue sobre "Miradas y compromisos desde la sociedad con la educación y la justicia social" y estuvieron presentes Horacio Ghilini (gremial), Néstor López (social), Carlos Leyba (económica), Juan Grabois (movimientos sociales) y el sacerdote Alberto Bustamante (eclesial). En ese sentido, Grabois, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), advirtió que "los que hablan de ajuste deben saber que de esa manera provocan un quiebre en la paz social" y aseguró que "por el contrario debemos profundizar los logros alcanzados en estos años".
Fue el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, quien cerró la Jornada y aseguró que es necesario "avanzar y mejorar en educación", y pidió a "empezar hoy" para ver los frutos en cinco años, al tiempo que reclamó educar para la paz en un contexto de conflicto.
Poli consideró que hay que "trabajar a largo plazo sin obsesionarse por el presente" y pidió "audacia y creatividad en el diseño escolar" y pidió que como argentinos "nunca abandonemos la utopía que tenemos de aspirar a lo mejor"."No a los parches y medidas apresuradas, ni tampoco aferrarse a modelos (educativos) fracasados", sugirió.
El primado argentino habló flanqueado del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, y su par porteño, Esteban Bullrich, quienes minutos antes polemizaron sobre inclusión educativa, calidad educativa e inscripción en las escuelas ante dirigentes políticos oficialistas y opositores, entre ellos un grupo importante de jóvenes militantes kirchneristas.
Tanto Sileoni como Poli llegaron con escasos minutos de diferencia y a pesar de la insistencia de los organizadores, prefirieron escuchar las ponencias previas a las suyas mezclados entre los asistentes.Mientras Bullrich destacó la posibilidad de debatir e intercambiar opiniones sobre el futuro de la educación en Argentina, reconoció la inequidad educativa entre el norte y sur de la Ciudad así como las dificultades para cumplir con la ley nacional de educación ya que hoy el 50% de los alumnos no termina sus estudios. Y en ese punto Sileoni recordó los logros de los últimos años "aunque queda mucho por hacer".
Ambos ministros coincidieron en que "el destino de la escuela no es la contención sino que es la inclusión para que los chicos no estén en las calles".
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