El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, comunicó nuevas designaciones y destinos pastorales para la arquidiócesis.

A través de una circular, el prelado aseguró que la Iglesia “es misión; en su servicio a los hombres, su identificación con Cristo la lleva a testimoniarlo a través de la entrega generosa de sus hijos. Entre estos, los sacerdotes son los que lo hacen presente, principalmente en parroquias y comunidades, con la predicación del Evangelio, la celebración de los sacramentos y la animación de la caridad fraterna”.

Además, señaló que, “aunque quedan aún algunos nombramientos pendientes de definir, deseo comunicar la mayoría de ellos, para que las comunidades puedan prepararse para los cambios con suficiente antelación”:

Presbítero Alejandro Béjar, parroquia Santa Ana, Guaymallén. Presbítero Matías Castillo, parroquia Cristo Obrero, Rivadavia.Presbítero Sebastián Flores, parroquia San Francisco de Asís, Ugarteche.Presbítero Hugo Galdeano, parroquia San José Obrero, La Favorita.Presbítero Román Garín, parroquia Virgen de Urkupiña y Santos Mártires Rioplatenses, Guaymallén.Presbítero Raúl Marianetti, parroquia San Pablo, Guaymallén.Presbítero José Martín, parroquia Nuestra Señora de Guadalupe y San Juan Diego, Godoy Cruz.Presbítero Marcelo Martínez, comunidad Jesús Nazareno, parroquia San Vicente Ferrer, Godoy Cruz.Presbítero Gerardo Peñaloza, parroquia Santa Cruz, Las Heras.Presbítero Santiago Soria, parroquia Santísima Trinidad, Medrano.

“Agradezco a todos los sacerdotes que ahora cambian de parroquia estos años de entrega pastoral, así como la disponibilidad manifestada y su deseo de servir a la misión de la Iglesia”, señaló monseñor Colombo.

Y finalizó: “En especial, nos unimos al padre Miguel Rocha, que se dedicará principalmente al cuidado de su mamá en este tiempo difícil de su salud. Y al padre Diego Martínez le deseo un ministerio fecundo en su diócesis de Orán, a la que regresa después de habernos acompañado durante este año, como administrador parroquial de Cristo Obrero”.