El programa 'Apuntando a lo Alto' se acerca ya a su fin para esta temporada. En estos últimos dos episodios el tema central será la JMJ que se va a celebrar el próximo mes de agosto en Lisboa.
En particular, este programa ha tratado sobre los días en las diócesis, esos días previos a la JMJ, donde los jóvenes viven con las familias en todas las diócesis de Portugal, unos días muy especiales. La JMJ es uno de los grandes acontecimientos de este curso 2023, por no decir el gran acontecimiento, es una historia que ya nos viene de años y que ha transformado el corazón de muchos jóvenes y ha abierto también el corazón de muchas familias.
Todos los que hemos tenido la oportunidad de vivir una JMJ coincidimos en que es algo que te toca el corazón y que evidentemente te hace tenerlos siempre en el recuerdo. Pero si hay algo que recordamos con mucho cariño son los que llamamos los días en las diócesis, esos días de convivencia con las familias. El nuevo episodio ha contado con la participación de José Vicente Rodríguez e Irene Escribano. Además, Filipe Díniz, responsable de la Pastoral Juvenil en Portugal y de los días en las diócesis en la JMJ, ha estado presente en el programa.
¿Qué es para la Iglesia en Portugal esta experiencia de los días en las diócesis? Filipe tiene claro que “es algo muy bonito” porque “todos los jóvenes que ha participado o ha sido voluntariado en una JMJ admite que durante estos días ha recibido una gran riqueza”. “Queremos que sea una oportunidad de abrir las puertas de las casas de las familias”, ha subrayado Filipe.
José Vicente e Irene ya han vivido otras JMJ. Irene se fue a Polonia con 17 años: “Iba sin saber a qué iba y la verdad que me sorprendió gratamente para bien. La parroquia donde nos acogieron era espectacular y la familia que me acogió hizo un gran esfuerzo porque eran ocho miembros y aun así nos acogieron dos personas. Los días fueron maravillosos porque alternábamos voluntariado, eucaristías, días en la playa...me llevo un gran recuerdo en mi corazón de esos días”.
En cambio, José Vicente fue familia acogedora en Madrid cuando él tenía 16 años: “Se vinieron a casa dos chicas de Los Ángeles y fue precioso. Quedan muchos recuerdos graciosos de esos días con ellas. Mi hermana sigue en contacto con una de las dos y con mucho cariño”.
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