Con la votación anticipada ya muy avanzada en EEUU, hay pruebas de que el voto de los musulmanes estadounidenses será un factor importante a la hora de decidir el ganador de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Se estima que hay 3,45 millones de musulmanes en EEUU, solo alrededor del uno por ciento de la población total del país, pero sus concentraciones en estados clave, como Michigan, Florida, Wisconsin y Pensilvania, podrían hacer que su voto sea especialmente impactante.
Fatima Salman, de 43 años, trabajadora social y musulmana estadounidense de Detroit, Michigan, dice que «definitivamente» votará por Joe Biden, el candidato demócrata que desafía la reelección del presidente de EEUU, Donald Trump.
“Tengo tres hijos y me preocupa su futuro si Trump es reelegido», dice Salman. «Es una cuestión de nuestra propia existencia y del futuro de este país en su conjunto».
Hay mucho en juego en Michigan, un estado con 270.000 votantes musulmanes registrados, dice Mohamed Gula, director organizador de Emgage, un grupo de defensa musulmán estadounidense. Hillary Clinton, en 2016, perdió el estado ante Trump por menos de un punto porcentual, un poco más de 10.000 votos.
“Cuando se trata del valor del voto musulmán, fácilmente podríamos cambiar las elecciones”, dice Gula. Los temas principales para los musulmanes estadounidenses, dice Gula, incluyen la reforma de la salud, la educación y la justicia penal.
«Obviamente, escucharemos que los problemas de política exterior son importantes», dice Gula, «pero muchos de los problemas que escuchamos hoy y que afectan a la comunidad musulmana son algunos de los mismos que afectan a los estadounidenses en general”.
«Estrategia para ganar»
Poco después de asumir el cargo en 2017, Trump, un republicano, emitió una orden ejecutiva que prohíbe a ciudadanos de varios países de mayoría musulmana ingresar en EEUU, cumpliendo una promesa de campaña y enviando ondas de choque a las comunidades musulmanas en el país y en el extranjero.
Frente a desafíos legales continuados, la orden pasó por varias etapas, pero el Tribunal Supremo confirmó la tercera versión, que afectó las vidas de miles de estadounidenses a quienes se les impidió unirse a familiares, socios y amigos.
Trump alienó aún más a los musulmanes en una serie de comentarios despectivos y tuits en los que criticaba el “terrorismo islámico radical” y llamaba “peligrosos” a los países incluidos en la lista de prohibición musulmana. Más recientemente, Trump se negó a denunciar a los grupos supremacistas blancos y, en cambio, le dijo a un grupo de extrema derecha, los Proud Boys, que están activos en todo Michigan: “Apártate y espera”.
Ahora, hay señales de que la campaña de Biden busca capitalizar este sentimiento.
“El voto musulmán es parte de nuestra estrategia para ganar”, dice Farooq Mitha, asesor principal de la campaña de Biden. Él agrega que Biden ha presentado una agenda para las comunidades musulmanas estadounidenses que promete rescindir la prohibición de viajar a los musulmanes el «día uno” de su administración y abordar los delitos de odio cometidos contra ellos.
“Durante los últimos siete meses, hemos realizado más de 150 eventos en las comunidades musulmanas y entendemos que los musulmanes pueden desempeñar un papel fundamental en los estados clave, los tradicionales que conocemos, como Michigan, Pensilvania, Florida y Wisconsin, e incluso en otros como Georgia, Texas y Ohio”, dice Mitha.
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