Purpurado influyente, en su carrera diplomática fue nuncio en Chile y se le atribuye haber frenado el conflicto del canal de Beagle, aunque sectores lo acusan de encubrir abusos. Francisco lo recordó por su "entrega ejemplar". Murió por coronavirus.
El cardenal italiano Angelo Sodano, quien fue secretario de Estado con los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, así como nuncio apostólico en Chile durante los años de la dictadura y acusado de encubrir abusos sexuales, falleció el viernes a la noche en Roma a los 94 años.
El cardenal, que fue uno de los hombres más poderosos del Vaticano, se encontraba desde hace tiempo hospitalizado en una clínica romana por complicaciones tras contraer covid-19, confirmaron los medios vaticanos.
Nacido en Isola d'Asti, en la región de Piamonte (norte de Italia) el 23 de noviembre de 1927 y fue secretario de Estado desde 1991 con Juan Pablo II hasta el 15 de septiembre de 2006 cuando Benedicto XVI aceptó su renuncia al cargo mientras que en 2019 dejó de ser el decano del Colegio Cardenalicio.
Antes de ser secretario de Estado, Sodano tuvo una intensa carrera diplomática con cargos en la nunciatura Apostólica en Ecuador y luego en Uruguay y en 1968 regresó a Roma, llamado por el entonces secretario de Estado Agostino Casaroli para ocuparse de las relaciones de la Santa Sede con los estados europeos.
En 1977 fue nombrado nuncio en Chile, país bajo la dictadura de Augusto Pinochet y fue el artífice del viaje que realizó al país en 1987 Juan Pablo II.
En ese período fue denunciado por omitir pronunciarse ante las violaciones a los derechos humanos del gobierno de Pinochet, mientras que también fue denunciado por encubrir casos de abuso sexual en Chile, incluyendo los que involucraron al obispo Fernando Karadima.
A Sodano se le atribuye la exitosa mediación a cargo del Vaticano en 1978 entre Chile y Argentina para la resolución de la disputa territorial del canal de Beagle.
Tras diez años como nuncio en Chile, en 1988, Juan Pablo II lo llamó para reemplazar al cardenal Achille Silvestini en el cargo de Secretario del entonces Consejo de Asuntos Públicos de la Iglesia. Un año después, entró en vigor la Constitución Apostólica, Pastor Bonus, y Sodano asumió el título de Secretario para las Relaciones con los Estados, dedicándose en particular a la Pontificia Comisión para Rusia, de la que fue presidente.
Representó a la Santa Sede en diversas reuniones internacionales como las conferencias de Ministros de Asuntos Exteriores de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa. En diciembre de 1990 asumió el cargo de prosecretario de Estado convirtiéndose en secretario de Estado el 29 de junio de 1991, un día después de haber sido nombrado cardenal.
Acompañó a Wojtyla en 54 viajes internacionales y permaneció en el cargo durante un año después de la elección de Benedicto XVI para pasar a ser el decano del colegio de cardenales durante varios años.
En 2010 fue el arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, quien acusó a Sodano de haber ofendido a las víctimas de abuso sexual y de haber encubierto en su momento la investigación de los crímenes cometidos por el entonces jefe de la diócesis vienesa, Hans Hermann Groër.
El 21 de diciembre de 2019 el papa Francisco aceptó su dimisión como decano del Colegio Cardenalicio.
La despedida del Papa Francisco
El Papa Francisco recordó el sábado la "entrega ejemplar" del cardenal italiano Angelo Sodano, y destacó que el exsecretario de Estado vaticano entre 1991 y 2006 "vivió con generosidad su sacerdocio".
"La muerte del cardenal Angelo Sodano suscita en mi alma sentimientos de gratitud al Señor por el don de este estimado hombre de Iglesia, que vivió con generosidad su sacerdocio", escribió Francisco en un telegrama enviado este sábado a la hermana del purpurado, María, dado a conocer por la Santa Sede.
En su misiva, Jorge Bergoglio subrayó las "importantes responsabilidades" dentro de la diplomacia vaticana, "hasta el delicado cargo de secretario de Estado", ejercido por el cardenal entre 1991 y 2006, así como el "celo" con el que promovió "el diálogo y la reconciliación" en la representaciones pontificias de Quito, Ecuador, Uruguay y Chile.
"En la Curia romana desempeñó su misión con ejemplar entrega" y "en todos los cargos se mostró como un hombre eclesialmente disciplinado, un pastor amable, animado por el deseo de esparcir por todas partes la levadura del Evangelio", planteó el Papa.
Comentá la nota