Participaron 93 personas de más de 25 diócesis del país, quienes reflexionaron sobre cómo "ensanchar la carpa de la Pastoral", continuando la obra del santo salesiano Artémides Zatti.
La Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud llevó a cabo, entre el viernes 28 y el domingo 30 de julio en Viedma, Río Negro, el Encuentro Nacional de Pastoral de la Salud, al que concurrieron 93 participantes de más de 25 diócesis del país.
La jornada fue presidida por el obispo de Catamarca y presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud, monseñor Luis Urbanc; el obispo emérito y administrador diocesano de Concordia, monseñor Luis Collazuol, quien además es miembro de esa comisión; y monseñor Esteban Laxague SDB, obispo de Viedma. Participaron también numerosos sacerdotes, diáconos, consagradas, laicos y laicas.
“Nos encontramos en Viedma, con la intención de estar cerca de los lugares donde vivió y trabajó San Artémides Zatti, el santo enfermero salesiano canonizado el año pasado. Fue muy emocionante para nosotros hospedarnos en la casa donde Zatti vivió y donde funcionó su hospital, recorrer los lugares que él frecuentaba, y descubrir su huella muy viva en la memoria de su pueblo”, manifestó el presbítero Tomás Barbero, secretario ejecutivo de la comisión.
Además, comentó que, “con la ayuda de monseñor Laxague, del presbítero Martínez Torrens y Ariel Fresia y de muchos vecinos de Viedma, fuimos familiarizándonos con la vida de Zatti y dejándonos animar e inspirar por su bondad, su servicio entregado, su humildad, su buen humor”.
En tanto, aseguró que “tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre cómo ‘agrandar la carpa’ de la Pastoral de la Salud con la ayuda del presbítero Enrique López, capellán del Hospital central de Mendoza, y el diácono Hugo Salgueiro, de San Isidro, que nos acompañó a la distancia”.
“De la mano del padre Andrés Tello, capellán del hospital Álvarez y del Británico, nos animamos a preguntarnos cómo nos afecta a nosotros el dolor y el sufrimiento. Con la guía de la licenciada en enfermería Clara Cullen, reflexionamos sobre los cuidados en la enfermería como un modo de vivir la compasión evangélica; mientras que el padre Gustavo Muchiutti, sacerdote y enfermero, nos ayudó a recorrer el camino de la empatía a la compasión, sanando y caminando juntos”, agregó.
Y señaló: “Fueron días donde se vivió un clima de mucha alegría y fraternidad. La iglesia de Viedma nos recibió con los brazos abiertos y una gran hospitalidad, llena de hermosos detalles de caridad.
Finalmente, destacó que “todos juntos, unidos en la escucha de la Palabra y en la comunión, pudimos sentirnos muy cerca de nuestro amigo san Artémides Zatti y de nuestro Señor Jesús, que nos animan a renovar nuestro compromiso de servicio humilde y entregado en la Pastoral de la Salud”.
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