Pedidos, agradecimientos y mucha fe en la tradicional caminata al santuario mariano nacional. Famosos y no tanto contaron por qué lo hacen. En el trayecto tampoco faltaron carteles con leyendas políticas, a todo con el clima electoral.
Una multitud de jóvenes y promesantes recorrieron 60 kilómetros este fin de semana llevando sus pedidos y agradecimientos a la Virgen de Luján, patrona de los argentinos, en el marco de la 49ª Peregrinación Juvenil a Luján. La mayor manifestación de religiosidad popular se inició este sábado con la salida de la Imagen Peregrina de la Virgen desde el santuario porteño de Liniers y culminó con la misa frente a la basílica presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, quien el la homilía destacó: “Es hora de fraternidad, es tiempo de unirnos”.
Este año la peregrinación contó con la presencia García Cuerva, quien caminó junto a los fieles todo el trayecto hasta Luján, en un hecho que sucede por primera vez en la historia, ya que nunca antes un arzobispo porteño había hecho a pie el recorrido.
El clima electoral no estuvo ajeno en la peregrinación, y usuarios de la red social X compartieron imágenes de la presencia de carteles que acompañaban el camino.
Varios famosos, entre ella la modelo Pampita Ardohain, hicieron ver a través de las redes sociales que estaban en camino y coincidían en expresaban su emoción: “Estamos yendo por vos, Virgencita”
Esa imagen peregrina de la Virgen que acompañó a los peregrinos durante el camino fue bendecida por el Papa Francisco durante la JMJ Río 2013.
Cecilia, "Tati" y Mariela, tres amigas oriundas del pueblo de Villa Sauze, provincia de Buenos Aires, y de Intendente Alvear, La Pampa, peregrinaron con unas gorras verdes fosforescentes para identificarse entre la multitud y no perderse en el camino.
"Es la primera vez que la hacemos. Habíamos ido a Luján, pero nunca hecho la caminata. Venimos a cumplir una promesa. Estamos muy emocionadas, esto tiene que ver con la fe. Sabemos que vamos a llegar", contó Cecilia.
"Tuve una operación en febrero, la Virgencita me ayudó así que ahora vengo a sus pies", agregó Mariela.
Algo similar contaron Patricia y Chiara, madre e hija, quienes llegaron desde Villa Bosch, partido bonaerense de Tres de Febrero, para hacer su décima caminata juntas.
"Es la fe lo que te mueve, es una caminata de muchas horas. Lo hacemos para agradecer", confió la madre y reveló que en la mochila llevaba bebidas, frutas y una bebida energética.
A Claudio, de Lanús, su hijo Félix de 6 años lo acompañó hasta Liniers para saludarlo y luego el hombre se fue con sus amigos Hernán y Valeria, ya que el niño "es muy chiquito para tantos kilómetros", aseguró.
"Desde 2009 que vengo, lo hago para agradecer la salud y el bienestar de mi familia", aseveró y confesó que no hizo ninguna preparación previa "porque hasta el más deportista capaz no llega, es todo de la cabeza".
Por la cantidad de asistentes, las autoridades restringieron la circulación de autos sobre la avenida Rivadavia y desde General Paz hacia la provincia de Buenos Aires, con un importante operativo de tránsito y policial.
Al costado de la avenida, cientos de vendedores ambulantes buscaban ganarse el día y vendían productos especiales para la ocasión, como gasas, curitas, gafas de sol y hasta talco para los pies.
"La peregrinación es un hecho de fe popular bellísimo que conmueve, nos hace sentir pueblo, que caminamos por un mismo ideal. Estamos en una situación difícil, necesitamos unidad como pueblo", dijo a Télam el padre Gustavo Carrara, quien contó que fue para agradecer que hace 50 años fue bautizado en la basílica de Luján.
Josefina, estudiante universitaria que vive en La Plata, comentó que "en 2018 le pedí a la Virgen que me ayude con la carrera de medicina y el año que viene me recibo, así que vine a retribuirle".
Mientras que Manuela, también estudiante y compañera en el camino, aseguró: "Yo vine a reconectar un poco, a buscar claridad, estar más abierta a lo que se venga. Es muy emotivo".
A medianoche, los peregrinos encendieron una pequeña vela que los organizadores sugirieron llevar para "iluminar las intenciones de todos y cada uno de los argentinos". También el andar hacia Luján fue acompañado por el rezo de un Ave María cada hora; además de música de las más variada, incluso algunas non sanctas.
Héctor, del barrio porteño de Mataderos fue con su bicicleta a la peregrinación para hacer los 60 kilómetros hasta Luján.
"No es difícil, es un ritmo tranquilo, de paseo, no es una carrera", aseveró el hombre, que agregó: "No soy creyente, pero es una buena oportunidad para pedalear".
Para asistir a los caminantes en un día frío, pero soleado, el Arzobispado de Buenos Aires preparó más de 60 puestos sanitarios con 6.000 servidores en esos puntos, mientras que la Cruz Roja Argentina dispuso de 11 puestos sanitarios a lo largo de la ruta provincial N° 7 y AySA montó un operativo especial de asistencia con agua potable para todos los fieles que participen de la procesión con 4 puestos de hidratación y 13 camiones.
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