Con motivo de cumplirse el 50º aniversario de la Renovación Carismática (RCC), los miembros del movimiento celebraron el 18 de febrero su Jubileo de Oro en numerosas diócesis del país. En la arquidiócesis de Resistencia, los festejos fueron presididos por el arzobispo, monseñor Ramón Dus. Los miembros de la RCC de la región noroeste se dieron cita en Catamarca, a los pies de la Virgen del Valle.
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, felicitó al movimiento en su Jubileo. El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, llamó a crear grupos de oración. El obispo de San Roque, monseñor Hugo Barbaro, exhortó a renovarse en el Espíritu, para renovar. El arzobispo de Paraná, monseñor Juan Puiggari, bendijo una placa alusiva.
El movimiento de Renovación Carismática Católica (RCC) cumplió su 50º aniversario y lo celebró en las distintas diócesis del país. Los festejos por el Jubileo de Oro se desarrollaron el 18 de febrero.
Mons. Dus presidió los festejos en Resistencia
En la arquidiócesis de Resistencia, la celebración tuvo lugar en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, y fue presidida por el arzobispo, monseñor Ramón Dus. El lema fue “50 años sembrando la cultura de Pentecostés”. Hubo cantos, oraciones, alabanzas y representaciones del Pentecostés bíblico y del Pentecostés personal, mostrando la acción del Espíritu Santo.
La misa fue presidida por monseñor Dus y concelebrada por el asesor de la Renovación Carismatica, presbítero Gustavo Juárez, y sacerdotes que acompañan al movimiento: presbíteros Walter Aquino y Faustino Sánchez, junto con los diáconos permanentes surgidos en la RCC, Luis Toledo y Antonio Acevedo.
En su homilía, monseñor Dus se refirió a la cultura de Pentecostés, que “fue entrando en las parroquias dentro de la estructura de la Iglesia. El Espíritu Santo irrumpió en la Iglesia para recuperar el primer amor”, señaló, y pidió a la RCC “caminar unidos porque somos Iglesia”.
“Somos sanados, curados cuando salimos de nosotros y amamos a los otros. Amar a Dios nos hace amar entre nosotros, como Él nos ama”, indicó el obispo.
Los miembros del movimiento destacaron que “este gran Jubileo de la RCC, es el inicio de un camino nuevo, por eso terminamos alabando, adorando a la Santísima Trinidad presente en cuerpo, alma y divinidad en la mesa del altar, dándole gracias a Dios por todos los dones, carismas y frutos que nos regaló en nuestra santa Iglesia católica”.
A los pies de la Virgen del Valle
Los carismáticos de la región Noroeste del país celebraron el Jubileo de Oro a los pies de Nuestra Señora del Valle, en Catamarca. Más de 700 integrantes del movimiento provenientes de las diócesis de Concepción, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Orán, Salta, Jujuy y Catamarca se congregaron en el predio del Calvario para reflexionar sobre dos temas centrales: “La Renovación Carismática Católica: un llamado” y “La Renovación Carismática Católica: un desafío”, a cargo del ex coordinador nacional del movimiento, Rubén Sánchez.
Los participantes compartieron momentos de formación, espiritualidad y alabanza. La oportunidad sirvió para contar cómo fue el inicio de la Renovación Carismática en cada una de las diócesis. Luego se dirigieron en caravana hacia la catedral basílica y santuario de Nuestra Señora del Valle, donde se celebró la misa, presidida por el presbítero Raúl Contreras, asesor de la RCC en Catamarca. Durante la celebración, los presentes se consagraron oficialmente a la Madre del Valle.
Mons. Buenanueva felicitó al movimiento
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, se sumó a los festejos con un videomensaje en el que felicitó a los miembros de la Renovación Carismática Católica, y recordó a quienes en 1967 recibieron el primer bautismo en el Espíritu: Llegado el momento de su oración, relató el obispo, sintieron que tenían que entregarse a Jesús, ‘y Jesús, a quien nos habíamos entregado, nos entregó su Espíritu’, detallaron.
Recordando el Concilio Vaticano II, monseñor Buenanueva destacó que “el Señor dirige a su Iglesia no sólo con los dones jerárquicos y con los sacramentos, sino que también lo hace a través de los carismas que entrega el Espíritu Santo a los bautizados”. La iglesia misma, indicó el prelado, reconoce que está guiada por la fuerza del Espíritu.
El obispo agradeció al Señor por seguir guiando su Iglesia a través de la fuerza del Espíritu, “en este mundo que a veces parece que se aleja tanto del Evangelio”. Sin embargo, destacó, “el resucitado sigue presente y a través del Espíritu sigue produciendo el milagro de la fe en Él”.
“Ojalá que cada una de nuestras comunidades cristianas pueda experimentar la fuerza del Señor resucitado, que en la oración de manera particular nos sigue regalando su Espíritu”, pidió.
Mons. Canecin llamó a crear grupos de oración
El Obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, presidió la misa con motivo del Jubileo de Oro de la Renovación Carismática Católica (RCC), en la catedral Nuestra Señora del Rosario, donde hizo un llamado fuerte a que se formen grupos de oración en todas las capillas y parroquias para rezar al Espíritu Santo.
El prelado destacó la importancia que tienen los movimientos en la Iglesia, en “el día del Señor, dando gracias por la resurrección del Señor Jesucristo que es el misterio central de nuestra fe y en ese contexto de agradecimientos, todo lo que nos regaló Dios en la Iglesia, a través de estos 50 años de la Renovación Carismática Católica” dijo.
Recordó a San Juan XXIII, el "Papa Bueno", quien "supo convocar al Pentecostés de la Iglesia y esa experiencia lo vimos entre 1962 al 1965 en el Concilio Vaticano II” cuando el santo pontífice dijo “abramos las puertas y ventanas de la Iglesia, para que entre el viento renovador del Espíritu Santo”.
Monseñor Canecin dijo que “como fruto de ese Pentecostés conciliar, el Señor empezó a producir en la Iglesia múltiples renovaciones” y como el Espíritu Santo “sopla donde, cuando y como quiere, en 1967 nació en la Iglesia y desde la Iglesia para el mundo esta experiencia” de la Renovación Carismática.
“El autor de esta experiencia no es un ser humano, sino es el propio Espíritu Santo derramado en nuestros corazones, ese Espíritu que es la tercera persona de la Santísima Trinidad, que suscita el deseo de juntarse y encontrarse para orar”, expresó.
“Hermanos, tengamos siempre presente, que al ponernos a orar, el Espíritu Santo irrumpe y empieza a manifestarse” recuerden “las maravillas de aquel Pentecostés relatado en el libro de los Hechos de los Apóstoles”, reseñó.
Monseñor Canecin sostuvo que la Renovación Carismática “es una corriente de gracias, al decir de aquellos que estuvieron desde el principio, nació movida por el Espíritu Santo para renovar la Iglesia”.
Mons. Barbaro llamó a renovarse en el Espíritu, para renovar
Con motivo del Jubileo de Oro de la Renovación Carismática Católica, el obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Nicolás Barbaro, presidió dos misas: una el viernes en la catedral local y otra el sábado en el Estadio Arena Uncaus, donde se congregaron fieles de toda la diócesis.
Monseñor Barbaro destacó la gran alegría de celebrar unidos al Papa y a toda la Iglesia los 50 años de la Renovación Carismática Católica: “Damos gracias a Dios por esta corriente de Gracia que ha querido suscitar en la Iglesia, un soplo renovador del Espíritu Santo para que llegue la vida de la Gracia a tantas personas”. Luego de pedir al Espíritu Santo que lo guíe, motivó a la asamblea con tres palabras: “renovarnos para renovar”.
“En el amor a Jesucristo, un amor que cambia la vida como dice el Santo Padre. El amor no es puro sentimiento, sentirse bien; supone conocer al amado, conocer su pensamiento, sus enseñanzas, hacerlas vida propia con el sacrificio que haga falta. Por eso en este tiempo más que nunca interesa profundizar en el conocimiento de Cristo, en el contenido de nuestra fe: son sus enseñanzas que la Iglesia nos transmite de un modo ordenado”, subrayó.
“Amar supone experimentar la necesidad de estar con el amado, y por tanto de adorar a Dios el Señor como nos señala el Papa. Doy gracias a Dios por los numerosos grupos de oración y de adoración al Santísimo que hay en esta diócesis, fruto de esta corriente de santidad que suscita el Espíritu a través de la Renovación Carismática Católica. Es una Gracia de Dios muy grande que trajo y trae muchas conversiones y nueva vida a la fe tantas veces dormida en muchas personas”, agregó.
Monseñor Barbaro exhortó a buscar la santidad, al explicar que ésta se consigue con "lo que muchos de ustedes hacen: siendo almas de oraciones, verdaderos adoradores. Agarrándonos con fuerza de los medios que nos dejó Jesús: los sacramentos (la Eucaristía, la Confesión frecuente), y de Santa María Virgen, Esposa del Espíritu Santo. Ella es la figura privilegiada en el día de Pentecostés, la impulsora de ese salir de los Apóstoles movidos por el Espíritu Santo a llevar a Cristo a todos los ambientes”.
“Ocuparse de los vecinos, de los familiares, de tanta gente con la que uno se cruza; recuerdo hace poco que alguno de ustedes me contaba cómo entabló una conversación con una señora en la sala de espera de un hospital que acabó en oración juntas y en un acercamiento a Dios de esa señora, ¿no es el Espíritu? El Papa les pedía en aquel encuentro de hace unos años que busquen llegar a la familia con la que tanto se mete el diablo y a todos los ambientes de la sociedad; a los más pobres y necesitados, a los que no comparten nuestra fe. Hay que estar cerca de la gente, quererlos, y ustedes saben hacerlo muy bien”, animó citando un mensaje del Papa.
Mons. Puiggari en los festejos por el jubileo
Este sábado 18 de febrero se realizó el Jubileo de la Renovación Carismática Católica (RCC) en la ciudad enterriana de La Paz.
La celebración reunió a una importante cantidad de fieles, quienes por la tarde participaron de la misa de acción de gracias presidida por el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari.
El jubileo de oro de la RCC quedó plasmado con una placa recordatoria, de cuyo descubrimiento participó el prelado paranaense.+
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