Monseñor Croxatto: "Superar barreras, confrontaciones y prejuicios para unirnos como pueblo"

Monseñor Croxatto:

El obispo de Neuquén encabezó la misa por la 42° peregrinación al santuario de la Virgen de Luján de Centenario y llamó a buscar caminos que "superen confrontaciones y grietas" en pos de la unidad.

Una multitud de fieles neuquinos y de los alrededores participó el domingo 25 de septiembre de la 42° peregrinación al santuario de la Virgen de Luján en la localidad de Centenario.

Convocados por el lema “Madre, míranos como pueblo”, en el santuario de Centenario se vivió una verdadera fiesta de fe y unidad ante los ojos de la Virgen bajo esta advocación mariana. Esta pública manifestación de fe partió desde doctor Ramón y ruta 7 a las 8 y hacia el mediodía, el obispo, monseñor Fernando Martín Croxatto, celebró la misa en la plaza del Bicentenario.

En la homilía expresó: “Qué lindo traer a este altar, a esta celebración, las intenciones que tenemos cada uno”. Teniendo en cuenta el lema que acompañó a la peregrinación de este año, el obispo reconoció además la importancia de “detenernos en este ‘Madre, míranos’ y qué lindo es cuando nos miramos a los ojos y de frente, no por la pantalla”.

Monseñor Croxatto recordó que María “está junto a nosotros en cada día, cada momento”, y destacó también “todo eso lindo que sentimos cuando está junto a nosotros el que se pone al lado nuestro en los momentos difíciles”.

 

 

El obispo de Neuquén tomó la imagen de María junto a Jesús en la cruz y “esto nos marca cómo ella estaba sosteniéndolo a Jesús en la misión que él tenía que cumplir en medio nuestro, no estaba queriendo bajarlo de la Cruz”. “María también hoy se pone a nuestro lado para sostenernos a nosotros en la misión que todos tenemos como pueblo, y por eso le decimos que queremos unirnos como pueblo”.

Además, dijo que “eso de querer unirnos como pueblo es un gran esfuerzo de cada uno, hay que romper muchas barreras y muchos prejuicios que tenemos”. “Tenemos que buscar juntos caminos que superen estas confrontaciones, estas grietas, pero buscando el bien y la unidad para todos, no el bien personal”.

Por otra parte, advirtió que existe en la sociedad “una falta de confianza con el que tengo al lado”, pero “todos tenemos la huella y la gracia de Dios y estamos llamados a la santidad, a imitar a Jesús, a hacernos confiables con nosotros, con los vecinos, las instituciones. Somos una familia”.

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