En una celebración eucarística, monseñor Víctor Manuel Fernández, quien fue rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires durante ocho años, se despidió de su cargo en la institución: “Es mucho lo que aprendí en la UCA”, expesó.
El arzobispo Víctor Manuel Fernández dejó su cargo en la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA), habiendo completado el período acordado con el Gran Canciller de la UCA, cardenal Mario Aurelio Poli. Esta tarde a las 13, presidió la misa de despedida ante toda la comunidad universitaria. “Quise celebrar esta misa porque creo que es la mejor forma de despedirse. La ofrezco por todos ustedes y por toda la Universidad”, compartió monseñor Fernández a los presentes.
La eucaristía tuvo lugar en la iglesia del Corazón de Jesús, iglesia mayor de la UCA, situada en la avenida Alicia Moreau de Justo 1300, Puerto Madero. Concelebraron monseñor Alfredo Zecca, antiguo rector de la UCA; el presbítero Gustavo Boquín, vicerrector de Integración; el presbítero Alejandro Seijo, director del Instituto de Pastoral y varios capellanes de la universidad. Como maestro de ceremonia actuó el neodiácono Daniel Pellizón, quien acompañó durante su gestión a monseñor Fernández como secretario personal.
El doctor Miguel Ángel Schiavone, nuevo rector designado, estuvo presente en primera fila, acompañado por autoridades académicas y administrativas.
En la homilía, el antiguo rector realzó la figura de Schiavone y destacó: “Que sea un laico es un paso muy importante. En su momento yo lo había sugerido al cardenal Bergoglio y su respuesta fue: “Prepará el camino para que el próximo rector sea un laico”. "Así lo entendió también el cardenal Poli.”
Reflexionando sobre su tarea como rector expresó: “Mi gran preocupación en estos ocho años fue cuidar esta institución, que alberga a tantas personas, cumple objetivos tan nobles, y al mismo tiempo es una fuente de trabajo para muchos. El peor defecto de la máxima autoridad es buscar sus propios intereses o usar la institución para obtener beneficios para su ego. Porque su principal deber es preservar el bien común. Esta tarea tuvo sus momentos difíciles pero también hermosas gratificaciones. Por otra parte, es mucho lo que aprendí en la UCA. Estoy agradecido a tantas personas que me dieron testimonio de entrega y de servicio generoso.”
Al finalizar la celebración, el arzobispo saludó a cada uno de los presentes y les agradeció la tarea desarrollada y el afecto recibido durante los años de su gestión.
Monseñor Fernández continuará colaborando con el nuevo rector en tareas de asesoría a la espera de su próximo destino pastoral
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