El obispo de Catamarca y presidente de Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud, monseñor Luis Urbanc, envió un mensaje con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, por celebrarse el 11 de febrero.
En ocasión de la Jornada Mundial del Enfermo que se celebra el 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud, monseñor Luis Urbanc, compartió un mensaje y una reflexión.
“Quiero invitarlos -expresó- a que celebremos con alegría y compromiso nuestra jornada del enfermo, que se va a celebrar el 11 de febrero en unión con la trigésima jornada mundial de oración por los enfermos”.
“A todos los que trabajan con los enfermos los invito a que tomemos conciencia del gran trabajo que estamos haciendo y, sobre todo, que lo hagan con este espíritu que nos propone el papa Francisco con el lema ‘Sean misericordiosos como el Padre del Cielo es misericordioso’”.
“Nos tenemos que ocupar de los que sufren, de los que están haciendo esta experiencia”, exhortó. “Sé que hay médicos, enfermeros, enfermeras, personal voluntario, capellanes, que nos ocupamos del enfermo. El Papa nos pide que pasemos de la mera profesión a la misión”.
“Normalmente, la misión quizás la pueda vivir un poquito más el que es voluntario al lado de los enfermos”, reconoció. Por eso, se dirigió a los hermanos enfermos: “Ustedes tienen que descubrir que tienen una misión en la enfermedad. Es una situación de vida que puede ser muy larga o puede ser muy puntual, breve, pero uno pasa por esa situación de enfermedad, del límite de sufrimiento, también unido a la vejez”.
“Ustedes son los protagonistas, los enfermos”, afirmó el obispo, reconociendo que “normalmente hablamos de los que acompañan al enfermo, pero es importante que yo, si estoy enfermo, tome conciencia de qué es lo que Dios me está pidiendo que haga, cómo estoy ofreciendo mi vida como enfermo, cómo evangelizo desde la enfermedad, cómo vivo el Evangelio desde el dolor en mi en propia enfermedad”.
“Es necesario que la situación que cada uno de ustedes, como enfermos, están pasando, recen, pidan al Espíritu Santo, que los ilumine y que en lugar de solo padecer la enfermedad, la transforme en una ocasión para hacer presente el Evangelio de Jesús, para hacer presente el amor misericordioso de Dios en el mundo que nos toca vivir, para evangelizar a la propia familia desde el propio dolor”.
Finalmente animó a celebrar la jornada del 11 de febrero “unidos a Nuestra Madre de Lourdes, esta jornada de oración, de reflexión, cada uno en su propia situación, y que transformemos nuestra vida en una verdadera misión, dando testimonio de la misericordia de Dios”.+
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