El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, saludó a “los queridos hermanos” de la comunidad judía con ocasión del Año Nuevo 5777, y expresó su deseo de que esta fecha “renueve y profundice” el vínculo fraterno entre los miembros de estas dos religiones abrahámicas. También pidió que este nuevo comienzo encuentre a judíos y católicos “en la senda del diálogo, la amistad y la solidaridad”.
El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, saludó a la comunidad judía con ocasión del Año Nuevo 5777, y expresó su deseo de que esta fecha “renueve y profundice” el vínculo fraterno entre los miembros de estas dos religiones abrahámicas.
Dirigiéndose a “mis queridos hermanos”, el prelado aseguró que “el Señor nos bendice abundantemente concediéndonos en este nuevo año la posibilidad de cambiar, de mejorar, de renovarnos. El tiempo es el gran regalo que el Señor nos hace a todos, y con él, la gracia de crecer y ser fecundos”.
“Es mi deseo que este nuevo comienzo nos siga encontrando en la senda del diálogo, la amistad y la solidaridad”, agregó, y sostuvo: “La riqueza del largo camino que juntos hemos recorrido es para todos signo de esa bendición del Señor. Que este año 5777 renueve y profundice nuestro vínculo fraterno”.
“Con el afecto de siempre, ¡shaná tová umetuká!”, concluyó.
Comentá la nota