En el marco del Mes de la Biblia, monseñor Damián Nannini, obispo de San Miguel y asesor del Departamento Nacional de Animación y Pastoral Bíblica (DeNAPBi) -dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA)-, presidió el domingo 24 de septiembre, en el santuario y basílica Nuestra Señora de Luján, la misa del Domingo Bíblico Nacional.

En la homilía, destacó: “Qué importante es que Dios se comunique con nosotros, ya que en Él está la salvación”. “Por eso, es muy importante volver al fundamento de nuestra fe cristiana. Creer es aceptar la revelación de Dios. Dios se comunicó antiguamente por medio de los apóstoles, primero con Abraham, con toda la historia de la salvación, con Moisés, con los profetas y, en estos tiempos que son los últimos, nos habló por medio de su Hijo y en Jesús nos dijo todo, y esa es la fe, creer lo que Dios nos dijo, sobre todo de sí mismo”.

Esa revelación de Dios, continuó, “está contenida en la sagrada Escritura, en la Biblia. Por eso para nosotros la Biblia es el libro del Pueblo de Dios, donde está el diálogo, la conversación con su Pueblo. Si yo quiero conocer a Dios, tengo que ir justamente a conocer la Escritura”.

“Esto hay que revalorizarlo. Dios habló y nos sigue hablando, y ahí está la salvación, quiere dialogar con cada uno de nosotros, quiere hacer un vínculo. Esa Palabra está contenida en la Biblia, a la que la leemos en la Iglesia y ahí resuena como palabra de Dios”, aseguró.

Y manifestó: “Cuando Dios comunica su palabra, nos enseña un modo de ver y valorar la realidad y un modo de obrar en la vida, distinto al que estamos acostumbrados los hombres. Por eso, la necesidad de conversión como cambio de mentalidad”.

Finalmente, recordó que la “gran enseñanza del Evangelio es que Dios nos da según nuestra necesidad y no según nuestro mérito. Esto vale para toda la vida”.

Septiembre, mes de la Biblia

La Iglesia está celebrando en septiembre el Mes de la Biblia, con la intención de que en las comunidades cristianas se desarrollen actividades que permitan a los fieles acercarse mejor y con más provecho a la Palabra de Dios.

La decisión de elegir este mes para la celebración es porque el santoral recuerda durante su transcurso la muerte de San Jerónimo, ocurrida el 30 de septiembre del año 420. El santo dálmata tradujo la Biblia del griego y el hebreo al latín, traducción conocida como la Vulgata.