A pocos días del fallecimiento de monseñor Fernando Maletti, y de su designación como administrador diocesano, monseñor Oscar Eduardo Miñarro envió a la comunidad una carta titulada: “Con memoria agradecida y esperanza, seguimos caminando juntos”.

“Hemos despedido con todo nuestro dolor y cariño a nuestro pastor”, comienza diciendo la misiva. “De a poco, y sin olvidarlo a él, iremos retomando el caminar de la diócesis. 

“Desde ya nos encomendamos a su intercesión para empezar a pedir al Buen Pastor que no olvide a su rebaño en Merlo-Moreno y nos suscite un pastor que nos acompañe”, pidió, al tiempo que compartió algunas primeras medidas para este tiempo sin obispo titular:

1. Todos los cargos que se desempeñaban durante el pastoreo de monseñor Maletti quedan confirmados: vicario general, vicario de educación, y delegados diocesanos.

2. Continúan con su misma función los Consejos Presbiteral, Diocesano de Pastoral y de Asuntos Económicos con la confirmación de sus mismos integrantes.

3. El día 17 de marzo, cumpleaños de monseñor Maletti, se hará el traslado de sus restos desde la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Merlo, hasta la catedral donde quedarán depositados, acto que se realizará en la misa de las 19 de ese día.

4. Queda confirmada la fecha del 26 de marzo para la ordenación de Gabriel Farías como diácono permanente y del seminarista Marcos Antonio Vargas como diácono transitorio, ya que la fecha había sido definida por monseñor Maletti. El nuevo diácono Marcos Antonio no será ordenado sacerdote hasta la llegada del nuevo obispo titular, quien deberá tomar esa decisión, no siendo la misma potestad del administrador diocesano.

5. En este tiempo y hasta la llegada del nuevo obispo en la plegaria eucarística se puede rezar la fórmula: “Por el papa Francisco, por el administrador diocesano” o bien “por el obispo Oscar” o directamente “por todos los pastores que cuidan de tu pueblo” o la variante de acuerdo a la plegaria tomada.

Finalmente, monseñor Miñarro invitó al pueblo de Dios a “caminar juntos, cercanos unos a otros, sabiendo que con el aporte de cada uno, seguiremos haciendo de nuestra Iglesia de Merlo-Moreno una casa para todos, festiva, samaritana, orante, misionera, profética, la que con la presencia del Espíritu del Resucitado anuncia Jesús desde los pobres a todos”.

“María de Guadalupe nos acompañe en este tiempo, y con su ternura cuide nuestra diócesis”, rezó.+