Mons. Lozano: "El que come y no convida"

Mons. Lozano:

El arzobispo contó situaciones de personas que pasan hambre y las contrastó con "el despilfarro ostentoso" de quienes tiran la comida. "Es obsceno el desperdicio de lo que para muchos es inalcanzable".

Monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, consideró que hay dichos populares que son muy expresivos y citó uno muy acorde con la Jornada Mundial de los Pobres, que el Papa Francisco instituyó y se celebra este domingo: "El que come y no convida"

"Hace unos meses me encontré circunstancialmente con una mujer de cerca de 90 años de edad, nacida en un país de Europa. Debido a la pobreza y el hambre en su tierra, se vinieron con parte de la familia a vivir a la Argentina. Me contaba que se pasaba hambre en su pueblo. En una oportunidad su hermano mayor había conseguido unas pocas papas y cebollas, y las comían a escondidas, porque no alcanzaban para compartir con los vecinos", contó.

"Recordaba con amargura el sentimiento de comer con vergüenza y culpa. Salvando las distancias, también he visto niños que en el recreo se esconden para comer el alfajor sin ser vistos", completó el relato.

El arzobispo sanjuanino señaló el contraste de estos sentimientos con "el despilfarro ostentoso que vemos en otros sectores de la sociedad".

"Comida que se tira, se pudre. Es obsceno el desperdicio de lo que para muchos es inalcanzable. Sería bueno que tuvieran vergüenza y culpa, como los pobres y los niños", planteó.

En relación con la Jornada Mundial de los Pobres, monseñor Lozano recordó párrafos del mensaje del Papa Francisco para este año, con el lema "La oración del pobre sube hasta Dios".

"Los gestos de cercanía y ternura hacia los pobres no se improvisan. Surgen de un corazón que reza", concluyó.

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