Se realizó la presentación del libro del Pbro. Lic. Ariel Sueiro titulado Un obispo argentino en el Concilio. Monseñor Rau, precursor de la pastoral litúrgica. “Mons. Rau hizo gustar y vivir el misterio de la Iglesia utilizando como instrumento la pastoral teológica litúrgica”, dijo el autor.
Ante un nutrido auditorio, en el Aula Magna de la Escuela Universitaria de Teología, y con la presencia de nuestro padre obispo Mons. Gabriel Mestre y del autor de la obra, el rector de la institución, Pbro. Dr. Luis Albóniga, introdujo el acto. En ese sentido, luego de la presentación de los oradores, comentó que este nuevo libro del sello editorial EUT fue gestionado en el Centro de Publicaciones “cuya finalidad es la difusión del trabajo docente, de investigación y de extensión producido por la tarea personal y colegiada de miembros de la comunidad universitaria”. Asimismo, hizo hincapié en las publicaciones periódicas -la Revista Poliedro– y las publicaciones en papel y digitales que se han ido realizando. Seguidamente dio la palabra a Mons. Gabriel como prologuista de la obra.
El obispo Mestre, luego de agradecer al P. Ariel por su trabajo autoral, resumió su intervención con tres palabras: ESFUERZO, AMABILIDAD y UNIVERSALIDAD. En primer lugar, reconoció el esfuerzo realizado por el autor con el estudio de la Licenciatura en Teología Litúrgica en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma y que llevó adelante junto con todas las responsabilidades que conlleva ser párroco de la Iglesia catedral, y agradeció la colaboración del Vicario Parroquial Pbro. Juan Pablo Arrachea y de toda la comunidad para que esta formación se realizara en tiempo y forma. En segundo lugar, Mons. Gabriel describió con la palabra amabilidad el modo en que la obra se presenta al lector y así su narrativa histórica logra una “fecunda amabilidad” y entusiasma y anima a continuar leyendo. Finalmente, la perspectiva universal del texto. Un tema particular se abre a la universalidad por el Concilio, por la pastoral y por la liturgia. Mons. Gabriel caracterizó el texto como una obra “auténticamente católica” porque “desde una realidad cercana, Ariel nos abre al mundo, a una perspectiva universal”.
Finalmente, el P. Ariel, agradeciendo los conceptos del obispo, recorrió el índice de su obra compartiendo un nutrido anecdotario sobre el modo en que realizó su investigación y el origen y trabajo con las fuentes documentales, así como sobre la personalidad, formación y particularidades de Mons. Rau, a quien describió como “centinela”, como aquella persona que es guardián del presente, pero que sabe ver siempre un poco más allá. El P. Ariel también se detuvo en el concepto de “asamblea litúrgica”, según Rau esa “comunidad convocada por Dios para escuchar su Palabra y celebrar el Sacrificio”. De este modo fue desgranando conceptos que el libro presenta y que invitan reconocer el desafío de la liturgia de “hacerse vida cotidiana”. Para concluir, el P. Sueiro leyó el punto 19 de la Carta apostólica Desiderio desideravi del Papa Francisco donde se hace referencia a la celebración litúrgica reconociendo que «la acción celebrativa no pertenece al individuo sino a Cristo-Iglesia, a la totalidad de los fieles unidos en Cristo. La Liturgia no dice “yo” sino “nosotros” […] La Liturgia no nos deja solos en la búsqueda de un presunto conocimiento individual del misterio de Dios, sino que nos lleva de la mano, juntos, como asamblea, para conducirnos al misterio que la Palabra y los signos sacramentales nos revelan. Y lo hace, en coherencia con la acción de Dios, siguiendo el camino de la Encarnación, a través del lenguaje simbólico del cuerpo, que se extiende a las cosas, al espacio y al tiempo». En síntesis, como referenció el P. Ariel, “Mons. Rau hizo gustar y vivir el misterio de la Iglesia utilizando como instrumento la pastoral teológica litúrgica” por ello volvió a resonar su título “Un obispo argentino en el Concilio. Mons. Rau, precursor de la pastoral litúrgica”.
Para finalizar, y reconociendo la importancia que tuvo este obispo argentino en la música litúrgica, motivados por el P. Luis, todos los presentes entonaron “Salve, oh Reina”, un canto dedicado a la Virgen María cuyo texto pertenece a Mons. Enrique Rau. Luego, con la bendición de nuestro padre obispo, se dio por concluido el acto.
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