El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D´Annibale, comentó el evangelio de la fiesta de la Sagrada Familia, y luego de explicar el relato evangélico, reconoció que la misión del cristiano es llevar, a imagen de María y José, a Jesús a los demás.
El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D'Annibale, comentó el evangelio de la fiesta de la Sagrada Familia, y luego de explicar el relato evangélico, reconoció que la misión del cristiano es llevar, a imagen de María y José, a Jesús a los demás.
Monseñor D'Annibale reconoció que la Iglesia, sabiamente, pone la fiesta de la Sagrada Familia entre la Navidad y el Año Nuevo, y reconoce que Jesús nació en una familia, y que cada hombre también tiene una y desde la cual llega a descubrir la voluntad de Dios.
"Este evangelio nos muestra qué hace la familia: hace lo que está prescripto por la ley: se acercan al templo, presentan al Niño en el templo. Allí se produce la revelación del anciano Simeón y de la profetisa Ana", observó el obispo.
El obispo explicó que Jesús, asumiendo nuestra humanidad, camina en medio de los hombres con sencillez, y desde allí invitó a reconocer a Jesús en medio de los niños y de los necesitados, en contraposición con la búsqueda de Dios "en lo tremendo, en los milagros" o en lo grandilocuente.
"Por eso vayamos al pesebre y contemplemos a ese niño. Busquémoslo y dejemonos asombrar en su presencia ante nosotros, como hicieron Simeón y Ana", dijo el prelado.
Asimismo, el obispo propuso imitar a María y a José en la presentación del Niño Dios en el templo, para cumplir con las normas religiosas. Al respecto, dijo: "La imagen de María y José es llevar al Niño al templo, no esconderlo, porque si lo llevan, muchos son los que lo van a reconocer".
"¡Lleven a Jesús, lleven al Señor! ¡La familia, sea como esté compuesta, lleve a Jesús!", pidió el obispo.
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