El obispo de Neuquén invitó a reflexionar sobre el misterio de la Ascensión a partir de tres palabras que son a la vez tres verbos que invitan "de alguna" manera a la acción.
En la fiesta Ascensión de Señor y también con motivo de la 56ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, propuso tres palabras para describir el significado de esta solemnidad cristiana: ascender, interceder y escuchar.
Respecto a la primera palabra, expresó que “ascender es subir, es elevarnos, es ir más alto”, aunque muchas veces “los que vivimos en este tiempo con tantas cosas, tantas informaciones y preocupaciones, sentimos que estamos mirando hacia abajo, sin grandes pretensiones, sin grandes ideales, ni propuestas ni entusiasmos. Andamos más bien como ‘arrastrados’ por esta corriente del mundo terrenal de las preocupaciones que nos lleva muchas veces a vivir acostumbrados y también nos va aislando, encerrando, achicando”.
Por eso, continuó, “la Ascensión es una invitación justamente a los cielos del Señor, es de alguna manera elevarnos, elevar nuestra mirada, nuestros brazos, nuestro corazón, pero no como “un espacio más allá de las estrellas, sino como a ese lugar donde ya estamos en Jesús, donde nuestra vida empieza a mirarse desde allí, dejando que “nuestra vida tenga el ritmo no de la tierra, sino que tenga el ritmo de Dios, que el cielo nos marque el ritmo y el camino. Eso hace que todos nuestros deseos, anhelos, esfuerzos, fatigas, sacrificios y entregas estén marcadas por Dios”.
Respecto a la segunda palabra, interceder, monseñor Croxatto se refirió a Jesús como “el intercesor por nosotros ante el Padre y cuando nosotros vivimos marcados por el ritmo del cielo y elevamos nuestra mirada al cielo, hacia tantos ideales y proyectos en nuestra vida, es justamente la oración de intercesión”. “Es ponernos a orar profundamente sabiendo que tenemos aquel que intercede por toda la humanidad y cada vez que nosotros nos ponemos en esa oración de intercesión, de pedirle a Dios por los otros, por los hombres y por el mundo, esa oración común que hacemos siempre en la Misa, nos elevamos unidos intercediendo ante Dios”, resaltó.
En ese sentido, además, manifestó que “de ahí vale que muchos hermanos nuestros se dediquen a la oración, a consagrar su vida a orar simplemente y porque tienen tanto amor a los hombres es que se dedican toda la vida a ser intercesores con Jesús por el bien de los hombres”. Además, enfatizó que “la oración tiene fuerza y es poderosa en nuestra vida, por eso necesitamos orar y rezar mucho más y más en estos tiempos. Dedicarle tiempo a esa oración de intercesión, no solamente a un pedido personal que está, pero también orar e interceder por otros”.
Por otra parte, el prelado neuquino se refirió a la importancia de escuchar y en el marco de una nueva jornada mundial de la comunicaciones sociales instó “escuchar ese legado del Señor” para ser testigos y llevar su nombre a los confines de la tierra. En esa línea, recordando al papa Francisco quien pidió 'escuchar con los oídos del corazón', destacó que “sabemos que cuando escuchamos con los oídos del corazón es cuando verdaderamente escuchamos lo que acontece y las cosas”.
Finalmente, monseñor Croxatto agradeció y pidió al Señor por “esta gracia de escuchar con los oídos del corazón, así como los apóstoles en el Evangelio escucharon con amor a Jesús”.+
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