El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, presidió el sábado 16 de abril la Solemne Vigilia Pascual en la catedral María Auxiliadora.
En el marco del Sábado Santo, una gran cantidad de fieles se congregaron en la catedral María Auxiliadora, de Neuquén, para participar de la Vigilia Pascual, presidida por el obispo, monseñor Fernando Croxatto.
En su homilía, señaló: “Hemos iniciado esta Semana Santa con dos signos: la piedra y la esponja, la piedra en donde todo resbala y nada penetra, y la esponja que todo lo absorbe. ¿Con qué corazón viviríamos esta semana? … Y para probarlo expresemos nuestro grito Pascual.. ¡Cristo Vive! ¡Cristo Resucitó! … Cristo Vive… ¡Vivamos por Él!”
“Esto que proclamamos lo sabemos, es el centro, la verdad central de nuestro ser cristianos, como otras veces hemos dicho, el Apocalipsis (5,5) tiene una expresión griega ‘enikesen’ que es un grito de gozo que significa «¡Ha triunfado!» Ha triunfado el león de Judá y esto quiere decir que es imposible que no haya ocurrido lo que ha ocurrido: que Jesús murió y resucitó”.
“El Amor ha triunfado, el amor es más fuerte que la muerte. No cualquier amor, sino aquel que nos dijo y sigue diciéndonos Jesús: ‘Ámense como Yo los he amado’”.
Ante la resignación de las mujeres y de los apóstoles, el obispo señaló que “la palabra que viene de Dios, a través de esos dos hombres llenos de resplandor dice algo diferente: Ni la muerte es algo definitivo, ni la resurrección es un delirio. Jesucristo ha vencido la muerte, ‘no busquen entre los muertos al que está vivo’”.
Por eso, animó a dejar de buscar en cosas muertas. “A la actitud fatalista de los hombres, la palabra divina propone la fe en el triunfo de la vida y la esperanza, en la participación de la Resurrección de Cristo”, animó.
“Que por amor contagiemos vida, alegría, entusiasmo… Aquí, ahora, entre nosotros, siempre… Y donde el Señor nos pida que estemos y vayamos”, exhortó.+
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