El arzobispo de Mendoza expresó su deseo de que las comunidades mendocinas rebosen del entusiasmo apostólico de los primeros cristianos, para dar a conocer a Dios y servirlo en los hermanos.
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la Eucaristía dominical en la parroquia Santa María Goretti, de la ciudad mendocina de Luján de Cuyo, donde continuó reflexionando sobre la lectura del Libro de los Hechos y cómo los primeros cristianos van dando pasos en la evangelización.
El arzobispo mendocino también se refirió a la “Nueva Jerusalén, la Patria del Cielo, a la que estamos invitados” y señaló que es también una invitación a los cristianos de los primeros tiempos que “se veían desanimados y desafiados por las persecuciones y el martirio”.
“Por eso el autor del Libro del Apocalipsis nos alerta: ¡fuerza! que está la Nueva Jerusalén que se hace con nosotros, con los cristianos, que se animan a soñar y a contemplar a Cristo, el Cordero resucitado”, agregó.
Al meditar sobre el Evangelio de San Juan, en particular sobre la parte del Libro de la Gloria, monseñor Colombo hizo hincapié en en la invitación de Jesús al amor fraterno.
“Por eso esta invitación de Jesús a amar, a ser testigos de un amor grande y compartirlo es para nosotros, también, una llamada muy fuerte a dar a los hombres razones para vivir y ser felices”, sostuvo, y profundizó: “El amor de Dios comunicado a nuestros corazones”.
“Que nuestras comunidades, entonces, rebosen de ese entusiasmo apostólico de Pablo y Bernabé, y expresen el amor con el que Jesús nos invita a dar gloria al Padre, que lo ha glorificado a Él; pero quiere además que los hombres lo conozcan y conociéndolo, lo amen y lo sirvan en sus hermanos”, concluyó.+
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