El arzobispo consideró que, en estas horas difíciles, el país necesita "más que nunca" del testimonio cristiano que "no se desentiende indiferente ante las carencias y necesidades de los más pobres".
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, saludó a la comunidad arquidiocesana por la solemnidad de Todos los Santos, mediante una carta enviada de Asís, Italia, donde todavía se encuentras tras participar de la asamblea sinodal.
“Antes de mi regreso he querido visitar esta basílica de San Francisco para pedir su intercesión por la Patria, la Arquidiócesis de Mendoza y el inminente año jubilar con el cual daremos gracias a Dios por los noventa años de vida de nuestra Iglesia particular”, expresó en la misiva.
El arzobispo mendocino explicó que “adorar y servir constituyen el programa de vida de los santos, que contemplaron a Dios como el Señor de sus vidas y respondieron con su entrega a los hermanos” y dijo que en esta solemnidad de Todos los Santos desea recordarlos junto a la comunidad para que “esa potente intercesión de amor que ellos aseguran, nos alcance la gracia de vivir como auténticos hijos e hijas de Dios, siempre disponibles a testimoniarlo con nuestras obras”.
Tras dar detalles de la asamblea del Sínodo, concluida el pasado domingo, y de la relación final, pidió a quienes “nos entregaron el don de sus vidas, que nos ayuden a vivir la fe en adoración y servicio”.
“Argentina, en estas horas difíciles, necesita más que nunca de nuestro testimonio cristiano que no se desentiende indiferente ante las carencias y necesidades de los hermanos más pobres”, contextualizó.
“Aunque estemos perplejos y muchas veces abatidos, queremos participar activamente en cuanto nos compete, dando lo mejor de nosotros mismos, para salir adelante y sin resignarnos a propuestas pesimistas o derrotistas. Los abrazo y bendigo en Jesús, el buen Pastor y su Madre Santísima del Rosario”, concluyó.
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